En la última etapa de la Vuelta a San Juan Femenina, se vivió un momento cargado de emoción. Américo, conocido como “el abuelo del ciclismo sanjuanino”, se hizo presente como en cada carrera, pero esta vez con una notable ausencia: no estaba acompañado de su bicicleta, su fiel compañera de toda la vida. La imagen llamó la atención de los asistentes y rápidamente se conoció el motivo: Américo había sido víctima de un robo días atrás.
Fue durante una entrevista en Radio Colón donde se conocieron los detalles del hecho. “Me cortaron las piernas”, dijo Américo con la voz quebrada.
“Me robaron la bicicleta, un televisor y una pava eléctrica. Me dejaron sin poder ir a trabajar, sin movilidad”, relató. El robo ocurrió en su vivienda en pleno día, el pasado jueves.
La noticia despertó una ola de solidaridad inmediata entre los sanjuaninos. En cuestión de minutos, un oyente se comunicó con la radio y donó una bicicleta para que Américo pudiera volver a movilizarse y acompañar a los ciclistas como siempre lo ha hecho.
La emoción fue total: “Estoy tan contento, estuve en todas las etapas. Agradezco de todo corazón”, expresó.
Apodado con cariño como “el abuelo del ciclismo”, Américo es una figura entrañable y constante en cada competencia local. Con su radio en mano y una sonrisa generosa, alienta a los ciclistas en cada curva, en cada llegada, en cada esfuerzo.
Gracias a la rápida respuesta de la comunidad, no solo recuperó una bicicleta, sino también la posibilidad de seguir haciendo lo que más ama. “Por eso soy el abuelo del ciclismo”, cerró, visiblemente emocionado.