Este domingo, todas las ilusiones en San Juan estaban puestas en un objetivo concreto: que San Martín lograra sumar tres puntos clave para tomar aire en la tabla anual y empezar a salir del fondo. Con el aliento incondicional de su gente en el Hilario Sánchez, el equipo dirigido por Leandro Romagnoli buscaba reencontrarse con el triunfo y recuperar la confianza perdida. Sin embargo, la tarde se tornó adversa desde el arranque y terminó en una dura goleada, que dejó preocupación y desánimo.
El conjunto sanjuanino mostró serias dificultades para hacer pie durante gran parte del encuentro, fue superado en juego e intensidad, y además sufrió la expulsión de dos futbolistas, lo que terminó de desestabilizar cualquier intento de reacción.
Durante los primeros minutos del segundo tiempo, San Martín insinuó una reacción. El Verdinegro encontró espacios, se adelantó en el campo y logró marcar un tanto que significaba el empate parcial. Sin embargo, el festejo fue efímero: el árbitro anuló el gol.
La decisión cayó como un baldazo de agua fría sobre jugadores e hinchas, que ya comenzaban a ilusionarse con la remontada. A partir de allí, el equipo no logró reponerse anímicamente y terminó recibiendo dos goles más que sentenciaron el marcador.
Con esta nueva caída, San Martín profundiza su crisis futbolística y se aleja aún más de los puestos de protagonismo y mantenerse en la Primera División del fútbol se vuelve un objetivo difícil de alcanzar.