El reciente anuncio del Gobierno argentino sobre la reducción progresiva de aranceles a la importación de celulares despertó expectativas respecto a una posible baja en los precios de dispositivos de alta gama como el iPhone. Históricamente, estos equipos han sido mucho más costosos en Argentina que en países vecinos, como Chile. La gran incógnita ahora es si estas medidas alcanzarán para cerrar esa brecha.
Según una investigación de Infobae, la diferencia de precios es aún muy marcada. Un iPhone 16 Pro Max cuesta hoy $2.630.000 en Argentina (con financiación en 6 cuotas), mientras que en Chile se consigue a un equivalente de $1.405.064. Esto representa una diferencia del 85%, aunque en algunos modelos esa brecha llega a superar el 100%.
El esquema oficial establece una reducción de aranceles en dos etapas: primero bajarán del 16% al 8%, y luego, desde el 15 de enero de 2026, se eliminarán por completo (0%). Además, el impuesto interno pasará del 19% al 9,5%. Con esta reforma, se estima que el precio al contado del iPhone 16 Pro Max bajaría de $2.125.244 a $1.848.962 en la primera etapa, y a $1.727.823 cuando entre en vigencia el arancel cero.
Sin embargo, incluso con esta reducción, el iPhone seguiría siendo más caro en Argentina. El precio estimado más bajo ($1.727.823 en 2026) aún estaría unos $320.000 por encima del valor actual en Chile. Esto, claro, sin contemplar eventuales cambios en precios o tipo de cambio en ambos países de aquí a 2026.
En conclusión, si bien la medida oficial apunta a reducir la diferencia y frenar el “turismo tecnológico”, los cálculos actuales muestran que Argentina seguirá siendo un mercado más caro que Chile para comprar iPhones. Salvo que se apliquen nuevas medidas complementarias o se registre una mejora significativa en el tipo de cambio, la tendencia se mantendría, al menos en el corto y mediano plazo.