El 2013 quedará marcado en la memoria de los fieles católicos en el mundo, como el año en el que Jorge Bergoglio llegó a asumir como Sumo Pontífice de la comunidad católica. El Papa Francisco, también conocido como el Papa del Fin del Mundo, tuvo como principio estar cerca de la gente y responder a cada pedido de los fieles católicos. A partir de esto, hizo llamados telefónicos a personas en todo el mundo y mandó cartas con bendiciones.

En San Juan hubo un establecimiento educativo que tuvo la alegría de recibir una carta proveniente del Vaticano con la bendición del Papa Francisco. Se trata del colegio parroquial Santa Bárbara de Pocito, cuyos alumnos de Sexto año del Secundario habían enviado una encomienda con cartas relatando el duro momento que les había tocado enfrentar.

La postal del Papa que se envió junto a la carta del Vaticano.

Al principio del 2013, cuando nos enteramos que monseñor Bergoglio llegaba al pontificado, les propuse a los alumnos de Comunicación que le enviaran una carta como una forma de exteriorizar lo que venían sintiendo. Inmediatamente se formaron grupos y se escribieron varios textos con agradecimientos y buenos deseos“, comenzó explicando la profesora Montero a Diario La Provincia SJ.

En total, los chicos escribieron cinco cartas y todas tenían un factor común: la historia de Gabriel Ortega, un compañero de clases que murió de cáncer tras vario tiempo de lucha contra la enfermedad.

Sobre aquel hecho que los marcó, el ex alumno David Martínez, escribió en una revista escolar qué plasmaron en aquellas líneas: “Le contamos la historia de Gabriel, nuestro compañero que había luchado por su vida contra el cáncer pero lamentablemente no pudo ganarle. Él nos dejó muchas enseñanzas como aprender a valorar a la familia, a los amigos y luchar por lo que uno siente y quiere en la vida“.

Los alumnos de la Promo 2013 junto con la bandera que recordaba a su compañero.

“Aunque mandamos la carta sinceramente nunca pensamos que nos iba a responder. Pero nos habíamos equivocado”, agregó David.

El 2 de septiembre del 2013, luego de varios meses, llegó la respuesta de un asesor del Papa quien no sólo agradeció en nombre del Sumo Pontífice las “bellas palabras” que habían mandado los alumnos sino que además hizo extensiva una bendición de Francisco para los chicos, sus familias y la comunidad del colegio.

Las cartas habían sido leídas por el Papa y él había pedido que el asesor respondiera a todas juntas en una misiva. El texto quedó guardado en el libro de oro del colegio como un tesoro que se conserva.