El trabajo con abejas se convirtió en una herramienta educativa y productiva en varias instituciones técnicas de San Juan. En departamentos como Capital, Rawson, Jáchal y 9 de Julio, jóvenes de tan solo 12 años se introducen en el mundo de la apicultura, desarrollando habilidades técnicas y un fuerte compromiso con el medio ambiente.
Este martes, los chicos con sus profesores y algunos padres que acompañaron, expusieron en el cruce de las peatonales sus producciones. Con enormes sonrisas y el entusiasmo contagioso, atraparon a los peatones que recorrían el lugar.
Escuela de Fruticultura y Enología: de alumnos a futuros apicultores
Francisco Wagner, docente de la Escuela de Fruticultura y Enología de Capital, explicó que en la asignatura Animales Benéficos, los estudiantes comienzan su camino apícola desde el primer año. “Ellos arrancan conociendo lo que es la abeja, para saber identificar. Después se les empieza a dar los primeros indicios de cómo abrir colmenas hasta que ellos en su última etapa pueden abrirlas solos. Comienzan a ser productores también. Y al finalizar hacen lo que es el tema de cosecha, control de enfermedades, mantenimiento de material vivo y material inerte”, detalló.
Con seis divisiones involucradas, el proyecto no solo tiene fines educativos, sino también una fuerte proyección laboral. “Es un trabajo en conjunto entre todos los profesores y coordinado con la mesa apícola de San Juan. La idea es que los chicos puedan arrancar un proyecto propio”, agregó Wagner.
Escuela Agrotécnica 9 de Julio: emprendimiento desde el aula
Mariana Sosa, profesora de Animales Benéficos en la Escuela Agrotécnica 9 de Julio, explicó que la apicultura es una experiencia vivencial para sus alumnos. “Los chicos viven esto como un juego, es un taller. Pero con eso les mostramos que pueden emprender a futuro”, señaló.
Gracias a un proyecto iniciado el año pasado, lograron incorporar un expositor de abejas que permite observar la colmena a través del vidrio. Además, diversificaron la producción incorporando caramelos de miel con limón, cúrcuma y canela, adaptando sabores según las preferencias del público.
Escuela Manuel Belgrano de Jáchal: conciencia y conocimiento
En el norte de la provincia, la Escuela Agrotécnica Manuel Belgrano de Jáchal también integra la apicultura desde el primer año del secundario. Noelia Marisol Cortez, una de las profesoras a cargo, contó que trabajan con niños de entre 10 y 12 años. “Todo les parece innovador. Les explicamos los habitantes de la colmena, la función que cumple cada uno, y se genera conciencia del rol vital de las abejas en el ecosistema”, comentó.
Aunque los alumnos no manipulan las colmenas directamente, presencian todo el proceso productivo. “La miel la producimos mayormente los profesores, pero los chicos aprenden y luego vendemos lo que obtenemos”, añadió.
Escuela Agrotécnica Los Pioneros: producción y cuidado
En Médano de Oro, Rawson, el profesor Eduardo Arranz guía a los alumnos de la Escuela Agrotécnica Los Pioneros en la formación apícola. “Se les enseña todo: desde el manejo de colmenas, el uso del traje protector, hasta la extracción de miel”, explicó.
Con alrededor de 60 alumnos organizados en grupos reducidos, el enfoque está en la práctica segura y la comprensión del ciclo productivo. “Cuando se hace la extracción, los chicos no están en clases. Pero conocen todo el proceso porque lo vemos durante el año”, indicó Arranz.
La enseñanza de la apicultura en las escuelas agrotécnicas de San Juan no solo fomenta el conocimiento científico y ambiental, sino que también ofrece herramientas reales para el futuro laboral de los estudiantes. Desde la producción de miel hasta la elaboración de caramelos naturales, los proyectos escolares están formando a jóvenes emprendedores conscientes del valor de las abejas en la naturaleza y la economía.