Un apagón eléctrico sin precedentes afecta este lunes a gran parte del continente europeo, con España como el país más perjudicado. La caída total de tensión en el sistema peninsular dejó a millones de personas sin suministro eléctrico, provocando caos en el transporte, las telecomunicaciones y los servicios básicos.
La empresa Red Eléctrica de España (REE) informó a través de X (ex Twitter) que se produjo un “cero”, término técnico que indica una interrupción total de la tensión eléctrica en la red. En su mensaje, el operador precisó que se activaron “planes de reposición del suministro eléctrico en colaboración con las empresas del sector” y que “se están analizando las causas”.
Apagón masivo: los países afectados
Además de España, donde Madrid y Barcelona se encuentran entre las ciudades más afectadas, se reportaron cortes parciales en Portugal, el sur de Francia e incluso partes de Italia. La magnitud del evento ha obligado a desplegar recursos en toda la región para intentar recuperar el suministro.
Según REE, “se comenzó a recuperar tensión por el norte y sur peninsular”, aunque no se ha informado oficialmente cuándo se normalizará por completo la situación.
Caos en las calles y el transporte
En las principales ciudades españolas, como Madrid y Barcelona, miles de personas salieron a las calles en busca de cobertura telefónica, tras la interrupción de redes móviles y servicios de internet. Muchos semáforos dejaron de funcionar, provocando un aumento del riesgo vial y generando un llamado urgente de la Dirección General de Tráfico (DGT), que pidió a la ciudadanía “evitar circular en la medida de lo posible”.
El servicio de metros y trenes fue detenido preventivamente, dejando varados a pasajeros en diferentes puntos del país. Hospitales, aeropuertos y centros logísticos trabajan con generadores auxiliares para sostener sus operaciones.
¿Qué causó el apagón?
Hasta el momento, las causas del apagón se encuentran bajo análisis técnico. Se desconoce si se trató de una falla estructural, un evento climático extremo o un posible ciberataque. Sin embargo, las autoridades energéticas aseguraron que “se están dedicando todos los recursos para solventarlo a la brevedad”.
Este tipo de eventos recuerda la fragilidad de las infraestructuras críticas ante fallos en cadena o interrupciones imprevistas, y plantea interrogantes sobre la resiliencia energética de Europa.