En lo que va de 2025, las tiendas de ropa en Argentina viven un verdadero furor por la ropa importada, un fenómeno que ha marcado un repunte económico en medio de la recuperación gradual del consumo. Este aumento, observado principalmente en el primer bimestre del año, refleja no solo el retorno de las importaciones de productos terminados, sino también de insumos textiles con precios más competitivos que los nacionales. La tendencia está impulsada por una serie de factores, entre ellos, la reducción de controles y aranceles, promovida por el gobierno para fomentar la accesibilidad de estos productos en el mercado local.
Según datos oficiales que publicó Infobae, las importaciones de indumentaria crecieron un impresionante 135% en unidades durante los primeros dos meses de 2025, en comparación con el mismo período del año pasado. Este auge no es un hecho aislado; se trata de un fenómeno generalizado en sectores como el textil, donde las compras al exterior, tanto de productos acabados como de materias primas, se han vuelto más competitivas en precio, lo que ha permitido a las tiendas ofrecer una mayor variedad y calidad. La tendencia sigue en ascenso, alentada por una clara política de apertura comercial.
Foto: Noticias Argentina.
Reducción de Aranceles
El gobierno argentino, consciente de esta dinámica, ha impulsado la reducción de aranceles en el rubro textil como medida para controlar los precios y beneficiar a los consumidores. El ministro de Economía, Luis Caputo, adelantó un decreto que reducirá los aranceles sobre la ropa y el calzado del 35% al 20%, mientras que otros productos, como telas y hilados, verán una baja considerable en sus tarifas arancelarias. Esta decisión es vista como un paso crucial hacia la liberalización del mercado, aunque ha generado controversia en sectores industriales, que alertan sobre los efectos negativos en la producción local.
De acuerdo con las cifras oficiales, durante enero y febrero de 2025, llegaron al país 23,3 millones de prendas, un incremento notable frente a los 10 millones importados en el mismo período de 2024. China sigue siendo el principal proveedor de ropa para Argentina, representando el 80% de las unidades importadas y el 52% del valor total. Sin embargo, otros países como Vietnam, Bangladesh y Pakistán también han aumentado su participación en el mercado argentino, lo que refleja una diversificación en las fuentes de importación.
El aumento de las importaciones no se limita solo a la ropa terminada. Los productos textiles, como tejidos planos y de punto, también registraron incrementos significativos. Las compras de telas para confección, por ejemplo, crecieron un 31%, mientras que las importaciones de tejidos de punto aumentaron más de un 130%. A pesar de la presión del gobierno por vincular las importaciones con la baja de precios, desde la industria textil local se sostiene que factores como la comercialización y no tanto las importaciones son los que más influyen en la dinámica de los precios. De hecho, en 2022, cuando las importaciones alcanzaron cifras récord, los precios de la ropa aumentaron más que la inflación, lo que deja abierta la discusión sobre el verdadero impacto de las importaciones en los precios de los productos textiles.