El presidente Javier Milei encabezó esta mañana la tradicional ceremonia del Tedeum en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, en conmemoración del 214° aniversario de la Revolución de Mayo. Acompañado por todo su gabinete, el mandatario participó del acto litúrgico que comenzó puntualmente a las 9 de la mañana y que fue presidido por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, quien ofreció una homilía centrada en la justicia social y la unidad nacional.
Uno de los momentos más destacados del evento fue la presencia de la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien se sentó en la primera fila, a pocos metros del presidente. Vestida con un tapado rosado claro y pantalón blanco, su aparición pública junto a Milei marcó un punto de atención, dado el distanciamiento político y personal que ambos mantienen desde hace varios meses. La imagen de ambos compartiendo espacio, aunque sin gestos de cercanía, no pasó desapercibida.
García Cuerva se mostró “convencido de que entre todos convertimos la patria” y destacó: “nosotros venimos a pedirle a dios que argentina se cure y viva. experimentamos que se está muriendo la fraternidad, la tolerancia y el respeto. si se mueren esos valores, se muere el futuro“.
El Tedeum, que cada 25 de mayo convoca a las principales autoridades nacionales, funcionó este año como una instancia simbólica clave en medio de las tensiones internas del oficialismo. La ceremonia religiosa apeló a los valores fundacionales de la patria, mientras Milei y Villarruel protagonizaron un reencuentro que, aunque protocolar, fue observado con atención tanto por la prensa como por el arco político.