En el análisis de situación del programa, se reconoce que los lanzamientos de los dos satélites nacionales Arsat I y Arsat II “fueron un éxito desde lo tecnológico”, aunque la administración de los recursos técnicos y humanos efectuada hasta diciembre de 2015 “priorizó las obras, pero no su utilidad social o su efecto de equilibrador del mercado de Internet”.
“Se perdieron dos años importantes para mejorar notablemente la inclusión digital de las provincias y regiones menos incluidas”, afirmó el estudio publicado por el Gobierno en el que se abordó la situación de la empresa Arsat, titular de una red federal de fibra óptica, dos satélites de comunicaciones, un sistema de televisión digital y un data center de excelente tecnología.
El reporte de la situación del Estado nacional que encontró la actual administración del presidente Mauricio Macri, advirtió que “falta invertir el 15% del valor total de lo realizado para darle plena utilidad social y capacidad como empresa”.
“Se perdieron dos años que hubieran sido importantes para mejorar notablemente la inclusión digital de las provincias o regiones menos incluidas del país, alrededor del 30% de la población”, especificó el documento.
Respecto a los lanzamientos de los primeros dos satélites de desarrollo nacional, el informe consideró que “el Arsat 1 se comercializó adecuadamente, migrando a los usuarios argentinos que estaban sobre otros satélites, con servicios con una cobertura de calidad inferior”, pero en cambio el Arsat 2 “se realizó sin que se hayan solicitado los obvios permisos previos para vender esas facilidades en cada uno de los países de la región”. 
“Un satélite técnicamente exitoso quedó sin vender hasta que se inició nuestra gestión de gobierno. En este momento todos los permisos internacionales están en trámite”, enfatizó el trabajo.
Otro gran activo de Arsat es la Red Federal de Fibra Óptica, construida por el gobierno anterior y con una extensión de 36.000 kilómetros tendidos, pero que “hasta diciembre de 2015, sin embargo, sólo se habían “iluminado”, es decir, que se encontraban listos para ser usados, unos 6.800 kilómetros”.
En esta caso, las nuevas autoridades volvieron a entender que “en lugar de priorizar la inmediata utilización de lo tendido para dar servicio, se demoró hasta dos años su puesta en servicio, sin beneficiar a las más de 1.000 poblaciones a las que podría aportar fibra óptica por primera vez”.
“La administración anterior dejó inversiones hechas por el 85% del valor total. Las tecnologías usadas son de alto nivel, pero no fueron coordinados los tiempos de instalación para que den servicio inmediatamente”, cuestionó al estimar que “se produjo así una demora de dos años en la inclusión de centenares de ciudades y varias provincias que, sin Arsat, no tienen un acceso a Internet mejor del que tenían en 1999”.
La televisión digital, por su parte, cuenta con 88 estaciones y cubre al 82% de la población a través de una plataforma para que se vean unos 20 canales digitales con 1,2 millones de decodificadores repartidos, pero si bien “el lanzamiento de la plataforma fue exitoso en lo técnico no tuvo un plan de negocios sólido”.
“Los ingresos de la TDA no llegaban en diciembre de 2015 a cubrir ni siquiera el mantenimiento y la operación de las estaciones”, afirmó el informe de “El Estado del Estado”.
El trabajo también abordó la construcción de un data center que “técnicamente es el mejor de Argentina y no tiene uno de rango superior en América Latina”, pero “su comercialización fue demorada, fruto del retraso en la iluminación de la fibra de la red federal”.
Recién el año pasado se iniciaron los servicios relacionados con la prestación de conectividad para el interior del país, pero “en diciembre de 2015, el uso del data center no alcanzaba ni al 5% de su potencial”.
Fuente: Télam