Este domingo comenzaron los comicios legislativos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde se renovarán 30 de las 60 bancas de la Legislatura porteña. Lo que en principio parecía una elección de bajo perfil terminó convirtiéndose en un escenario de alta tensión política nacional, debido al enfrentamiento abierto entre el presidente Javier Milei y el ex mandatario Mauricio Macri. La disputa se intensificó tras el fracaso del proyecto de Ficha Limpia, y en un contexto de fuerte fragmentación del voto de centroderecha, el PRO buscará frenar el avance de La Libertad Avanza, mientras el peronismo se ilusiona con un posible batacazo electoral en un distrito históricamente adverso.

La decisión de Jorge Macri de desdoblar las elecciones -algo que no ocurría desde 2015- tuvo el objetivo de municipalizar la discusión y preservar el bastión porteño. Sin embargo, el movimiento produjo el efecto contrario: nacionalizó la contienda y transformó la renovación legislativa en un test clave para medir fuerzas entre el PRO y el oficialismo libertario. En este contexto, Milei apostó fuerte a la ciudad con la candidatura de Manuel Adorni, en un intento por consolidar su fuerza política en territorio enemigo y condicionar las negociaciones futuras con el macrismo.

Silvia Lospennato, primer candidata a legisladora del PRO, recibió todo el apoyo de Mauricio Macri. FOTO: PRENSA PRO/NA

El cierre de campaña expuso la fractura total entre ambos liderazgos. Milei acusó al PRO de ser una “casta de fracasados” y Mauricio Macri, con apariciones mediáticas diarias, intentó posicionarse como garante de una oposición sólida al kirchnerismo. Ambos bloques saben que el resultado de esta elección será determinante para sus próximas jugadas: un buen desempeño de Adorni fortalecerá a Milei rumbo a octubre, mientras que una victoria del PRO daría oxígeno a un partido en crisis y podría redefinir los equilibrios internos de Juntos por el Cambio.

El panorama se volvió aún más incierto por la alta dispersión electoral: 17 listas compiten en estos comicios, con un electorado dividido y volátil. La figura de Leandro Santoro, que encabeza la boleta peronista con un perfil moderado y alejado del kirchnerismo duro, emergió como posible beneficiario de la división entre el PRO y LLA. En las ejecutivas de 2023, Santoro alcanzó el 32% de los votos, pero ahora apuesta a crecer sobre la base del voto útil y el desencanto con la gestión de Macri.

El presidente Javier Milei seguirá de cerca las elecciones porteñas en las que espera un buen desempeño de su candidato y vocero, Manuel Adorni, a quien acompañará por la noche en el búnker de La Libertad Avanza (LLA) que estará montado en el Hotel Libertador. FOTO: (ARCHIVO)/NA.

En este clima de máxima tensión, con acusaciones cruzadas, internas libertarias, y la sombra de un ausentismo creciente, lo que ocurra hoy en las urnas porteñas no solo definirá el equilibrio de poder en la Legislatura de la Ciudad, sino también tendrá consecuencias directas sobre el tablero político nacional. Macri, Milei, y el peronismo se juegan mucho más que 30 bancas: se juegan la conducción de la oposición y el control del relato rumbo a las decisivas elecciones de octubre.