“Estamos destrozados“. Con esas palabras, el papá de Kim Gómez expresó el duro momento que les toca vivir tras enterrar a su hija de 7 años que murió en un asalto. La pequeña se encontraba en el interior del auto que dos ladrones de 14 y 17 años robaron para luego escapar a toda velocidad.
La nena estaba en el asiento de atrás y pese a verla, el vehículo no frenó para que ella bajara. Todo ocurrió el martes a la noche en La Plata. “La vieron y no les importó. ¿Qué mierda les pasa?“, dijo Marcos, papá de la nena, en la puerta del cementerio.
Luego agregó sin poder contener las lágrimas: “Qué mierda pasa, la vieron, estaba ahí con el cinturón. No les importó. Frenen, roben tranquilos… Qué mierda está pasando con nosotros, nos rompieron a todos”.
“No puedo entender esa parte. ¿Qué clase de ser humano son? Sus familias, ¿qué criaron?”, apuntó el hombre quien aceptó las disculpas del padre del asesino de 17 años y agregó sobre los dos ladrones: “Cada uno es responsable de sus actos… Quiero que sufran un poco lo que yo estoy sufriendo“.
Los padres de Kim, Marcos y Florencia, estaban separados y se turnaban para estar con su hija, una semana cada uno. Este martes a las 20, cuando fue atacada por los chicos de 14 y 17 años, la mujer acababa de retirar a la nena de gimnasia y había pasado por el supermercado.
“Lo tocaba a ella estar con la nena. Está hecha pelota… Tenía que arrancar gimnasia en marzo y adelantamos un mes para que se distraiga…”, finalizó definiendo a su hija como “superordenada, llena de amigos y amigas, hacía actividades”.
“Nos destrozaron, nos destrozaron“, concluyó pidiendo que cambien las leyes y que baje la edad de imputabilidad.