En un giro clave en el debate legislativo, diez gobernadores que responden al oficialismo nacional —ex Juntos por el Cambio— se despegaron del kirchnerismo y anunciaron que sus legisladores solo respaldarán proyectos que impliquen aumentos de recursos a las provincias si son previamente consensuados con los mandatarios provinciales.
La postura de este grupo se distancia de la impulsada por el bloque kirchnerista, que busca avanzar con iniciativas como el aumento de jubilaciones y la declaración de emergencia en discapacidad. Para los gobernadores, esas medidas representan una “bomba fiscal” que comprometería seriamente las finanzas públicas.
Los gobernadores que integraron la ex coalición de Juntos por el Cambio son: Rogelio Frigerio (Entre Ríos),Ignacio Torres (Chubut), Gustavo Valdés (Corrientes), Alfredo Cornejo (Mendoza), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Marcelo Orrego (San Juan), Claudio Poggi (San Luis), Carlos Sadir (Jujuy), Leandro Zdero (Chaco) y Jorge Macri (CABA).
Los mandatarios exigen al Gobierno nacional el cumplimiento de las leyes vigentes y el envío de los fondos correspondientes a cada jurisdicción. En un mensaje directo, advirtieron: “No queremos romper todo, pero tampoco queremos que nos sigan sacando los recursos”.
Mientras tanto, en la sesión clave de este miércoles en el Senado, el oficialismo enfrenta una fuerte presión. Kirchneristas, peronistas federales y algunos radicales buscan aprobar leyes con alto costo fiscal, mientras los gobernadores impulsan dos proyectos que obligan al Ejecutivo a distribuir el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) entre las provincias.
Desde el lado del presidente Javier Milei, la respuesta ha sido tajante: sin margen para negociar, el mandatario calificó de “irresponsables” a los legisladores que impulsan estos proyectos, advirtió que su aprobación pondría en riesgo el equilibrio fiscal y amenazó con vetar las leyes e incluso llevarlas a la Justicia.
El resultado de la sesión de hoy definirá si el conflicto entre Nación y provincias escala hacia una batalla abierta o si se mantiene como una disputa controlada por los canales institucionales.