En las vísperas de un nuevo paro general de la Confederación General del Trabajo (CGT), el tercero contra el Gobierno de Javier Milei, el Gobierno salió al cruce de la cúpula sindical con duras críticas del vocero presidencial, y una amenaza del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, de avanzar con las reformas laborales que quedaron pendientes del DNU 70/23.
“La CGT insulta la inteligencia de buena parte de los argentinos, son casi irrespetuosos”, disparó este miércoles Manuel Adorni, luego de que uno de los cosecretarios de la central obrera, el camionero Octavio Arguello, justificara la medida de fuerza por la “terrible situación económica”, a la par que cuestionó que “le peguen a los jubilados, despidan a la gente masivamente y los sueldos vayan a la baja”.
La réplica del Gobierno no se hizo esperar y quien recogió el guante fue el candidato a legislador porteño, quien acusó: “Si hablan de poder adquisitivo, nadie lo destruyó tanto como Alberto Fernández, a quien no le hicieron ni un solo paro. Ni siquiera cuando nos encerró un año y medio y fundió a miles y miles de comercios”.
“Ni hablar cuando hablo de inflación”, continuó el vocero, que procedió a señalar “los números de cuatro dígitos con los que terminó Alberto Fernández” que superaban el 1000%. “Nadie movió un dedo. No sé si estuvieron dormidos 4 años o si se olvidaron de leer los diarios”, disparó Adorni en diálogo con El Observador.
A su vez, el vocero presidencial afirmó que “en términos reales, hoy los salarios son más altos que cuando se fue Alberto Fernández” y sostuvo que eso “les duele” a los gremios. “No quieren que gobernemos, quieren que lo hagan amigos o gente que les puede hacer la vida más sencilla”, chicaneó.
“A esta gente le falta un poco de auto reflexión y entender un poco lo que le pasa a la Argentina. Están desenfocados. No entienden -o lo entienden muy bien- que estamos haciendo las cosas que hay que hacer, los resultados se están empezando a ver y la Argentina va a estar cada vez mejor”, aseguró el portavoz.
Para cerrar su catarata de críticas, Adorni remarcó que los sindicatos “lo único que hicieron en democracia fue que el trabajador gane cada vez menos” y sentenció: “Le pulverizaron el salario y lograron que la informalidad laboral sea récord y que por más de una década la Argentina no genere empleos ni empresas”.