El Gobierno Nacional evalúa convocar a los gobernadores provinciales para intentar recomponer puentes luego de una semana en la que tanto la Cámara de Diputados como el Senado dieron señales de distanciamiento político, incluso desde espacios que venían respaldando al oficialismo.
Según reveló el portal Infobae, en la Casa Rosada reconocen que atraviesan uno de los momentos de mayor fricción con el poder del interior desde la asunción de La Libertad Avanza. En ese contexto, la Jefatura de Gabinete planifica reactivar los contactos con las provincias, aunque sin precipitarse ni exhibir señales de debilidad.
Fuentes oficiales indicaron que no hay fecha confirmada, pero que la convocatoria a un encuentro presencial con mandatarios provinciales se daría después del 9 de julio, posiblemente dentro de diez días. Hasta entonces, se mantendrán los canales de diálogo bilaterales, de manera remota, como se viene haciendo habitualmente.
DAMIAN DOPACIO
Tensión con bajo perfil: Milei evita confrontar con los gobernadores
Pese al malestar evidente, el Ejecutivo opta por no confrontar directamente con los gobernadores y busca bajar el tono al conflicto. “No nos consta que haya sido una decisión de ellos dar quórum o firmar los dictámenes“, deslizó un funcionario nacional, en referencia a los dictámenes y sesiones que habilitaron el tratamiento de temas sensibles para el oficialismo, como el aumento a los jubilados y el financiamiento universitario.
“Muchos legisladores pueden tener interés en defender temas en particular”, agregó la misma fuente, en un intento por desligar a los gobernadores de las decisiones de sus diputados o senadores.
Desde Balcarce 50 también relativizaron las diferencias: “No es la primera vez que pasa que hay diferencias sobre la política económica y pedidos que a veces no se pueden acordar tan rápidamente”. Además, remarcaron que “falta mucho” para un eventual escenario de veto presidencial, si los proyectos cuestionados por el oficialismo finalmente se convierten en ley.
En la práctica, el Gobierno proyecta un nuevo intento de acercamiento, que sería encabezado por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y que incluiría a cinco gobernadores elegidos por la Casa Rosada, repitiendo el esquema aplicado hace dos semanas que no logró resultados concretos.
Aunque el acercamiento sería limitado y estratégico, marca un giro discursivo del Gobierno, que intenta contener la presión legislativa y evitar un mayor desgaste con los mandatarios provinciales, clave en el reacomodamiento político que vive el Congreso.