La comunidad educativa del colegio Amador Burgos en San Rafael está revolucionada. Una celadora se habría intoxicado con una milanesa que tenía veneno para ratas.

Los padres de los alumnos están temerosos y no quieren enviar más a los chicos a clases hasta que se esclarezca la situación. Desde la dirección de establecimiento escolar aseguraron que iniciaron un proceso investigativo para establecer lo que sucedió con la comida, mientras tanto van a ser más estrictos con los controles pero el comedor no se cierra.

El caso es, cuanto menos, confuso o extraño. No fue toda la comida la que estuvo contaminada con el supuesto veneno para ratas sino una milanesa y de las tres personas que la probaron (dos celadoras y la cocinera) una sola terminó con malestar y recurrió al médico.

La escuela Amador Burgos se encuentra en la zona de Capitán Montoya, en San Rafael. Cuenta con nivel inicial (salas de 4 y 5 años) y primario y además es con doble jornada. En el comedor escolar se brinda el desayuno, almuerzo y la media tarde a alumnos que son de la zona como también llegan desde el Cristo y algunos de la Villa 25 de Mayo.

El incidente que puso en alerta a los padres ocurrió el miércoles de la semana pasada pero recién hacia el fin de semana comenzó a correrse la voz entre las familias.

Unas mamás se enteraron por boca de otras y hay a quienes la noticia les llegó por las redes sociales y en el inicio de las clases en la última semana antes de las vacaciones, los padres no aguantaron y un nutrido grupo se presentó en el colegio por la mañana a pedir explicaciones.

“Queremos que nos aclaren que pasó realmente, ¿qué pasaba si esa milanesa la comía uno de los chicos?”, dijeron casi a coro.

“Si hay que suspender a alguien que lo hagan o suspender las clases, lo que sea pero es preciso saber que pasó”, se quejaban algunas madres.

Entre las decisiones que adoptaron algunos padres está el “no mandar a los chicos a clases” hasta que pasen las vacaciones de invierno y hay algunos más duros que dijeron de no hacerlo “hasta que se sepa que pasó en la escuela, queremos que se aclare”, indicaron.

Las autoridades escolares se reunieron muy temprano por la mañana y después de dialogar con los papás salieron a explicar las medidas adoptadas para mitigar el problema.

“Por el momento nosotros no podemos juzgar a nadie, es un hecho confuso que presenta algunas rarezas”, dijo la supervisora Nancy Aguirre que estaba junto a Silvia Guerrero de Inspección Técnica de la Regional Sur y la directora de la escuela Amador Burgos Mónica Moreno.

Fuente: Los Andes