Un jubilado del servicio penitenciario argentino fue detenido en el complejo Los Libertadores al intentar ingresar a Chile con dos armas de fuego, una de las cuales estaba oculta en un libro.

El descubrimiento se produjo cuando personal del Servicio Nacional de Aduanas revisó el automóvil del jubilado R.G.J., de 73 años, oriundo de Colón, Buenos Aires. En un libro con hojas vacías encontraron una pistola Mauser calibre 6.35 con siete cartuchos y el número de serie borrado.

Además, al inspeccionar su equipaje con una máquina de rayos X, se detectó un revólver Colt calibre 38 con seis municiones, según informó Los Andes On Line. 

Cuando fue interrogado, el jubilado afirmó haber “olvidado” declarar las armas, lo que llevó a su detención por contrabando.

El fiscal de flagrancia ordenó que fuera arrestado por la Policía de Investigaciones y presentado ante el Juzgado de Garantía de Los Andes. Durante la audiencia, el fiscal jefe Ricardo Reinoso Varas lo acusó de tráfico de armas y contrabando, solicitando prisión preventiva.

Argumentó que muchas armas incautadas en Libertadores son traídas por policías o exfuncionarios que alegan haber “olvidado” que las llevaban. También mencionó que en recientes operativos contra bandas criminales se encontraron armas de las fuerzas policiales argentinas.

La defensora pública, Ana-Karem González Casanova, se opuso a la prisión preventiva, señalando que su cliente es de la tercera edad y tiene permiso legal para portar armas en su país. Sin embargo, el juez Daniel Chaucón Ojeda consideró que su libertad representaba un riesgo para la seguridad pública y ordenó su ingreso al Centro de Cumplimiento Penitenciario de Los Andes por cuatro meses, mientras se lleva a cabo la investigación.