José López tenía guardada en su cajón la reserva de compra de la casa de Tigre donde vivía. En los papeles, sin embargo, el ex funcionario se presentaba como un mero inquilino. El documento bajo su custodia estaba a nombre de un tercero: el presunto “valijero” de la obra pública, Andrés Galera.
Esa pista y otros elementos de la investigación hacen pensar a la Justicia que el ex secretario de Obras Públicas utilizó testaferros para ocultar que era propietario del inmueble. Se trata del chalet que habitaba con su esposa antes de empezar el raid con bolsos de dinero que terminaría en su detención, el 14 de junio.
En las últimas horas, un equipo de tasadores informó que el valor de la casona de Tigre es de U$S 680.000, unos $ 10,2 millones al tipo de cambio actual.
Con ese dato se espera que el lunes, cuando López preste declaración indagatoria, Rafecas le amplíe los cargos que se le imputan, al considerar que, además de ocultar los U$S 9 millones que quedaron al desnudo en el convento, también omitió declarar una casa de alto valor en el mercado inmobiliario.
Otro dato resultó revelador en el peritaje de los tasadores: según informaron fuentes judiciales a LA NACION, el alquiler por esa casa se estima en U$S 3500 por mes ($ 52.000 al tipo de cambio actual). Pero López pagaba $ 17.500, un monto tres veces menor.

 

Fuente: La Nación