Un megaoperativo. 150 uniformados entre personal de Infantería, Grupo Alcón, Caballería, Bomberos Patrulla Rural y Defensa Civil. Un helicóptero. Y dos perros, uno de ellos León, un labrador de dos años y medio. Todos formaron parte del equipo que salió este domingo a buscar a un nene de dos años que jugaba con sus primitos y se perdió en la Sierra de Tandil.

Y fue el perro el que lo encontró sano y salvo. “León” y su adiestrador, el capitán Néstor Paez, fueron héroes por un día tras encontrar a Bautista, durmiendo en los pastizales, con hipotermia y muy debilitado tras pasar más de 15 horas sin comer ni tomar agua.

“León se adelantó unos metros y de pronto empezó a mover la cola desesperadamente. Lanzó ladridos cada vez más fuertes y seguidos y llamaba para ver lo que había encontrado. Como el está preparado para encontrar personas fallecidas, en un momento se me cruzó lo peor; sin embargo, tras ver las piernitas de un chico que se movían un poquito apareció la esperanza y así encontramos este pastizales al pequeño. Estaba sano, con hipotermia y varias picaduras de mosquitos. Pero lo que nos sorprendió fue su espíritu de supervivencia: se cubrió el torso con los pastos, como abrigándose para pasar la noche. Fue muy emotivo lo que se vivió y para León fue el primer rescate de una persona viva. Yo llevo más de 24 años en la Policía y 11 en esta área. Tengo varios rescates, pero como este no recuerdo uno tan emotivo y con final feliz”, según señaló Paez y reprodujo diario El Día confesando luego que “este rescate está entre los más emotivos que he vivido”.

Paez y “León” se desempeñan en la División Canes de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. El labrador, pudo encontrar al nene entre los pastos del campo que había visitado. Bautista estaba durmiendo, al momento de su hallazgo, y se despertó al sentir que el can estaba a su lado. 

El caso 
Según publicó diario Clarín, el sábado, Valeria fue con sus tres hijos –Gonzalo, de 11 años, Sabrina, de 9 y Bautista– a pasar la tarde a la estancia Ayerza, donde vive la madrina del bebé. Llegaron cerca de las doce, la tarde era espléndida. “Mis hijos y los de mi amiga estaban jugando. Cuando se hizo la hora de irnos, Bauti no aparecía por ningún lado”, repasa Valeria. Sobrevino la desesperación. El andador que usaba el menor de los hijos de Valeria y Claudio apareció a unos metros del lugar donde jugaban, pero el nene no. Después de dos horas de búsqueda por la periferia del casco de la estacia, llamaron a la policía.Creen que el bebé perdió de vista a sus hermanos mientras jugaban y empezó a caminar, sin rumbo.
“Volver a verlo fue maravilloso. Después de 17 horas de espera, de rezo, apareció sin un rasguño. Uno siempre se entera de estas cosas, pero piensa que le pasan a otros. Fue como una película. Por suerte con final feliz”, resumió Valeria Canale a Clarín y confesó: “Fue desesperante, no se lo deseo a nadie”. Bautista apareció con la misma ropa del día anterior, un shorcito y una remera. Ahora no para de pedir por su mamá.