A partir del 1 de enero de 2025, los senadores de la Nación recibirán un aumento en sus dietas, que ascendería a $9,5 millones mensuales, según lo estipulado por la ley de “enganche” aplicado desde el gobierno de Cristina Kirchner y que fue formalizada en abril de este 2024. Este aumento está previsto a raíz de la finalización del congelamiento de salarios, que se mantuvo durante el último período y cuya resolución vence el 31 de diciembre.
El cambio de dieta genera controversia y debate dentro del Senado, especialmente después de que la vicepresidenta, Victoria Villarruel, tocara el tema en una conferencia de prensa tras la sesión especial del jueves pasado. Villarruel pidió que se tratara el congelamiento de las dietas, aunque aclaró que no era ella quien tomaría las decisiones, sino los propios legisladores. La vicepresidenta también instó a los senadores a “estar a la altura de las circunstancias” y consideró que los sueldos de los legisladores debían mantenerse congelados.
Según publicó diario Clarín, en el entorno de Villarruel se justifica el no aumento de los sueldos por considerar que las dietas de los senadores son considerablemente más altas que las de los diputados. Sin embargo, la decisión de mantener los salarios congelados depende del aval del Senado, un tema que no se abordará en este año, ya que el cuerpo no tiene previsto reunirse antes de marzo. Una opción que se baraja es que Villarruel firme una resolución prorrogando el congelamiento hasta el inicio del período ordinario, pero los senadores parecen inclinados hacia una actualización que esté por debajo del índice de inflación.
El debate sobre el aumento se enmarca en un contexto económico complejo, con una inflación interanual que se acerca al 166%. Mientras tanto, los salarios de los senadores ya experimentaron un aumento del 400% en abril de 2024, cuando la dieta pasó de $1,9 millones a $7.867.171 brutos. Tras los descuentos, el monto neto quedó en aproximadamente $7.1 millones, considerando también los gastos de representación y desarraigo.
Con las proyecciones actuales, el salario de los senadores se elevará a más de $9,5 millones brutos mensuales en enero, a menos que los jefes de bloque pidan una prórroga del congelamiento de sueldos. En contraste, los diputados no están sujetos a la ley de enganche, lo que ha generado una diferencia en las dietas entre ambas cámaras. Actualmente, los diputados cobran alrededor de $3.5 millones, más $625 mil en concepto de desarraigo, una cifra notablemente inferior a la de los senadores.