Una mujer de 64 años atropelló y llevó sobre el capot de su auto a un agente de tránsito durante 300 metros en el partido bonaerense de San Isidro al querer evitar un control, lo que generó fracturas en el agente cuando se tiró del rodado aprovechando que la infractora se vio obligada a reducir la velocidad al llegar a una avenida.
“Voy a hacer lo posible para que la mujer no maneje más”, dijo Lucas Santillán a la prensa desde el hospital en donde fue atendido por la fractura en la cabeza del peroné que sufrió al tirarse del vehículo.
El hecho fue protagonizado por Lidia Avila, una vecina de Boulogne de 64 años que al detenerse en un control vehicular de rutina sobre la avenida Márquez del que participaba Santillán, de 33 años, tras una discusión aceleró en forma repentina y atropelló al agente, quien alcanzó a sostenerse sobre el capot del auto.
El vehículo tras recorrer tres cuadras con el agente encima y que le hacía señas desesperadas para que frenara, disminuyó la velocidad al llegar a una avenida y pasar un “lomo de burro”, lo que fue aprovechado por el hombre para tirarse del auto.
Con el agente tirado en el asfalto, rápidamente se acercaron sus compañeros para atenderlo y llevarlo al hospital, donde personal médico comprobó que tenía una fractura en la cabeza del peroné y otros magullones.
“La mujer huía de un choque (que ella misma había protagonizado) y al llegar al control el agente le indicó que detuviera su marcha. Ella minimizó el accidente de tránsito y prefirió irse, y ahí es donde lo atropella y se lo lleva en el capot”, indicó Federico Suñer, secretario de Prevención Ciudadana del municipio de San Isidro.
La conductora fue aprehendida bajo los cargos de “atentado contra la autoridad y lesiones”.
El agente atropellado relató que durante el operativo de tránsito la conductora puso en marcha su auto y él le preguntó: “¿Qué hace señora?”.
“Cuando me voy a correr aceleró a fondo y no me quedó otra que agarrarme”, relató el agente que en ese momento estaba hablando por celular con su jefe, por lo que “todo ese transcurso dejé el teléfono abierto”.
Agregó que su jefe le dijo que escuchaba cuando él le rogaba a la conductora: “señora, por favor! Tengo un hijo. Por favor, frene, me bajo y se va”.
“Yo veía que levantaba velocidad, pero no se bien a cuanto. Hay un video que filmó un chico que iba en una moto atrás mio tratando de alcanzar al auto y dijo que iba a 100, pero no podía alcanzar al vehículo, o sea que iba a una velocidad importante”, contó Santillán.
“En un momento empieza a frenar y a acelerar para que yo me caiga, y yo pensaba: ‘me va a pasar por encima'”.
Santillán relató que “cuando estaba llegando a Blanco Encalada, veo que el semáforo justo se pone en rojo y al no frenar pensé ‘yo me tiro’. Cuando tocó el freno mi pierna tocó el asfalto, se fue para abajo y pegó en ‘un saltito’, que se supone que eso es lo que me produce la fractura”.
En ese momento, el agente de tránsito se soltó, cayó sobre el asfalto y en “unos minutos llegaron personal de la jefatura y mi supervisor de turno. Estando ahí en el lugar volvió a pasar el vehículo por al lado nuestro como si fuera algo normal”, contó indignado.
Testigos del hecho reconocieron a la conductora al volante del automóvil y “ahí empezó la persecución hasta lograr su detención”, aseguró Santillán.