Diego Iván Cortez, un puestero mendocino de 49 años, falleció el sábado pasado, tras agonizar durante casi dos semanas en el hospital. El hombre había sido atacado por un jabalí cuando intentaba cazarlo y, aunque las circunstancias de la tragedia no son del todo claras todavía, está confirmado que el hombre falleció como consecuencia de las graves heridas que le causó el animal en el cuerpo y extremidades. El cerdo salvaje incluso mató a cuatro de sus perros.
Más allá de este lamentable y triste episodio, hay una serie de consejos y recomendaciones que deben tenerse en cuenta al momento de cazar jabalíes en términos generales. Sobre todo si se tiene en cuenta que, al tratarse de una especie invasora exótica, es una de las que se encuentra habilitada para su caza en Mendoza. Claro que, para poder hacerlo, se debe contar con el permiso de caza y cumplir con requisitos obligatorios e indispensables.
“Este episodio ha sido la excepción a la regla, ya que no es muy común que el jabalí ataque a una persona hasta ocasionarle la muerte. Estamos hablando de una especie que fue introducida a partir de 1900 en La Pampa y, desde entonces, se fue extendiendo por todo el país, donde hoy está presente, a excepción de Tierra del Fuego”, destacó el jefe de Fauna de la Subsecretaría de Ambiente de Mendoza Adrián Gorrindo. Agregó que a la zona de la Cordillera de los Andes llegó en la década de 1940 por medio de translocaciones de privados, quienes lo trasladaron con la excusa de la cacería.
“Estamos hablando de una especie presente en todo el país desde 1900 y los casos de muertes por ataques de un jabalí, además de este, casi ni se han registrado. Si contás los hechos así con los dedos de una mano, es mucho”, siguió Gorrindo.
No obstante, y sin detenerse en el caso puntual que ha sido noticia en Mendoza en las últimas horas, el funcionario se refirió a situaciones específicas que pueden aumentar la ocurrencia y fatalidad de potenciales ataques. La caza con perros (prohibida por ley en Mendoza), sumada a la idea de “ultimar” a las presas cara a cara y con un cuchillo, suelen ser las desacertadas y peligrosas decisiones que derivan en ataques fatales.
Fuente: Diario Los Andes.