Chile es uno de los destinos elegidos por los argentinos para disfrutar de playas y en tours de compras y a través de los pasos Cristo Redentor, en Mendoza, y de Agua Negra, en San Juan, ya hay movimiento de viajeros. Ahora bien, hay productos que pueden cruzarse al vecino país y otros que no.
El Servicio de Agricultura y Ganadería (SAG) de Chile tiene establecido qué está permitido cruzar a su territorio y cuáles no.
Este es el detalle:
PERMITIDOS:
– Conservas: de pescado, porcinos, aves.
– Lácteos: leches fluidas pasteurizadas, leche condensada, leche en polvo, yogurt, manteca, dulce de leche, quesos elaborados a base de leches pasteurizadas.
– Frutos o vegetales procesados: papas fritas, frutos en almíbar, vegetales en vinagre u otros conservantes, conservas de frutas y hortalizas, productos secos tostados y/o salados (maní, almendras), vegetales enlatados o envasados al vacío.
– Porcinos: jamón serrano e ibérico, lomo ibérico, trozado o laminado, sin hueso, procedente de España, en envase al vacío o atmósfera controlada original de fábrica, debidamente rotulado e identificado y de libre comercialización en dicho país.
– Quesos, carnes y embutidos: Cualquier preparación que incluya carne, queso o embutidos y que requiera ser cruzada como mercadería permitida tiene que ser industrializada, sellada al vacío y rotulada.
– Otros productos: mermeladas, frutas confitadas, jugos, azúcar, aceite.
– Alcohol: en envases etiquetados y sellados y que no esté pensado a destinarse para la comercialización. El límite máximo es de 2,5 litros por persona mayor de 18 años.
PROHIBIDOS:
– Alimentos: productos de manufactura casera, carnes de cualquier especie animal, chacinados, embutidos, jamones, miel, productos y derivados lácteos, alimentos sin identificación o rótulo, o que no estén sellados al vacío.
– Vegetales: frutas y hortalizas frescas; flores y plantas de jardín; plantas frutales, ornamentales y forestales; vegetales y sus partes (semillas, raíces y yemas)
– Animales vivos (en el caso de mascotas, deben cumplirse algunas exigencias puntuales y contar con un certificado veterinario expedido por el Senasa).
– Otros productos: alimentos para animales (en el caso de alimentos para mascotas, se recomienda que sea en envase cerrado), productos apícolas (cera, propóleo), productos veterinarios (sueros, vacunas y otros), insectos, bacterias, hongos, material reproductivo y otros microorganismos para investigación.