Carlos Gardel, “El Zorzal Criollo”, se enamoró de la Ciudad de Buenos Aires y ese amor quedó plasmado en el inmortal tango “Mi Buenos Aires querido”. Supo interpretar junto a Alfredo Le Pera y Juan María Solare la magia y el encanto que atrapa a los argentinos y turistas cuando recorren sus calles. “Mi Buenos Aires querido, cuando yo te vuelva a ver, no habrás más pena ni olvido”… Soda Stereo, también nos dejó una melodía mágica para describir metafóricamente el ritmo que adquiere por momentos la metrópoli. “Me verás volar, por la ciudad de la furia, donde nadie sabe de mí y yo soy parte de todos”….. Así Carlos Gardel y Gustavo Cerati experimentaron cada rincón de esta ciudad. Ahora, el gobierno de CABA ultima los detalles de un proyecto que propone contemplar la Ciudad desde la cima del Obelisco y vivir una experiencia extraordinaria.

El proyecto demandó una ardua tarea de arquitectura e ingeniería para poder instalar en el interior del Obelisco un ascensor totalmente vidriado y que además tendrá una pantalla de última tecnología que permitirá conocer a los turistas la historia del monumento nacional. Conocer cada detalle de la construcción de la nueva estructura revaloriza en cada momento la nueva propuesta turística que tendrá la Ciudad de Buenos Aires.

Todos los materiales para la construcción de la estructura para instalar el ascensor debieron ingresar por una pequeña puerta, ya que no se podía modificar la estructura el Obelisco porque es un monumento nacional. Así se logró poner en funcionamiento un ascensor, que para acceder hay subir una plataforma a través de una escalera. Allí comienza un viaje inolvidable donde cada segundo se vive con una gran expectativa donde la curiosidad atrapa a cada protagonista de esta excursión al mirador.

El ascensor instalado en el interior del Obelisco, que permitirá a los turistas conocer la historia del monumento nacional.

El ascensor se detiene antes de llegar a la cima del Obelisco, los últimos metros hay que transitarlos por una escalera caracol y finalmente se llega al mirador, que propone cuatro puntos para observar y conocer la Ciudad de Buenos Aires. Las ventanas se encuentran vidriadas por seguridad, pero permiten disfrutar de una visión a más de 65 metros de altura. El espacio del mirador permite tomar fotografías desde diferentes ángulos. La mirada panorámica permite observar la majestuosidad de la tradicional Avenida Corrientes y también el esplendor de la calle Corrientes.

Ningún detalle del proyecto quedó al azar, la escalera que se encontraba en el centro del Obelisco fue ubicada en uno de los costados y se transformó en un elemento de seguridad. Además, contará con un sistema de cámaras de seguridad. El gobierno de CABA desarrolló el proyecto, pero su funcionamiento estará a cargo del sector turístico privado, que mediante un proceso de licitación deberá ofrecer una propuesta integradora para desarrollar la actividad en forma ordenada y con todas las medidas de seguridad que hagan de la vista de los turistas del interior y del exterior del país una extraordinaria experiencia.

Una escalera permite llegar hasta el mirador en la cima del Obelisco. Foto: Diario La Provincia SJ.

Subir más de 65 metros de altura, conocer la historia con hechos y personajes. Contemplar la Ciudad de Buenos Aires en sus diversos puntos cardinales y por un momento cerrar los ojos para recurrir a nuestra memoria para recordar hechos históricos que tuvieron al Obelisco como punto de concentración como los festejos mundialistas será experiencia inolvidable.

“Pasar por la Plaza de la República y sacarse una foto con el Obelisco de fondo es una parada obligada en toda visita a la Ciudad. Ahora, gracias al trabajo en conjunto con el sector privado, Buenos Aires podrá darle un valor agregado al monumento más representativo de la cultura porteña y mejorar la experiencia de los turistas permitiendo que se lleven un recuerdo inolvidable”, expresó Valentín Díaz Gilligan, presidente del Ente de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires.

Desde el Mirador del Obelisco se tiene una mirada que vale la pena experimentar.

El Obelisco, construido en el lugar en el que se izó la bandera nacional por primera vez en la Ciudad, se inauguró el 23 de mayo de 1936 en homenaje a los 400 años de la primera fundación de Buenos Aires. Este proyecto fue ideado por el arquitecto tucumano Alberto Prebisch, uno de los principales exponentes del modernismo argentino y autor también del vecino Teatro Gran Rex.

Ubicado estratégicamente en la intersección de la Avenida 9 de Julio y la Calle Corrientes, dos de las arterias más importantes de Buenos Aires, el monumento tiene una altura de 67,5 metros y una base de 6,8 metros por lado.

La majestuosidad de la Ciudad de Buenos Aires se puede mirar desde la cima del Obelisco. Foto: Diario La Provincia SJ.

La Ciudad de Buenos Aires es un destino de experiencias que durante todo el año tiene sus puertas abiertas para que los visitantes prueben sus más de 7.000 locales gastronómicos, visiten sus 287 teatros, conozcan sus 380 librerías y recorran sus 150 museos, además de poder disfrutar de una amplia agenda de espectáculos. Cabe destacar que CABA fue elegida como Capital Mundial del Deporte por su liderazgo en la realización y promoción de este tipo de eventos.

Elementos históricos permanecen en el lugar junto a la nueva estructura del mirador del Obelisco. Foto: Diario La Provincia SJ.
El Obelisco, construido en el lugar en el que se izó la bandera nacional por primera vez en la Ciudad, se inauguró el 23 de mayo de 1936.