Casi cinco meses después de la muerte de Alejandra Darín, su ausencia sigue resonando con fuerza en el mundo artístico argentino y, de manera más íntima, en el corazón de su hermano, el actor Ricardo Darín. La actriz, de 62 años, falleció el 15 de enero tras atravesar una enfermedad prolongada, dejando atrás una vida comprometida no solo con el arte, sino también con la lucha gremial y social.
En una entrevista reciente con El País, Ricardo Darín abrió por primera vez el espacio para hablar públicamente sobre su duelo, con palabras cargadas de emoción, reflexión y honestidad.
“Voy a estar toda mi vida en duelo. Era mi hermana pequeña… mi testigo”, confesó, conmovido, durante la charla. La pérdida de Alejandra lo confrontó con una verdad desgarradora: la muerte de un hermano menor es una herida para la que, asegura, nadie está preparado.
Una presencia que no desaparece
Alejandra no solo fue su hermana: fue su compañera de crianza, su referencia familiar y emocional. “Me voy tratando de agarrar de una liana a otra para convivir con este dolor, con esa ausencia”, expresó el actor, reconociendo que transitar el duelo sin fe religiosa también implica una lucha adicional. “Envidio a los creyentes”, admitió, al imaginar la posibilidad de encontrar consuelo en una dimensión espiritual que, para él, no está disponible.
Este duelo personal se entrelaza con el dolor colectivo de toda una comunidad artística. Alejandra Darín, que presidió la Asociación Argentina de Actores, fue recordada por su firme compromiso con los derechos laborales del sector. Su accionar trascendió el escenario: fue una militante incansable por la dignidad de sus colegas. “Su legado nos inspira y fortalece”, escribió la entidad que encabezó hasta sus últimos días, destacando su ética y su compromiso gremial como banderas que seguirán guiando el camino.
Fuente: Con información de TN