Desde hace algunos meses, Eugenia “la China” Suárez decidió dejar atrás su rutina en Argentina y mudarse a Turquía, donde actualmente reside en Estambul junto a su hija mayor, Rufina, y su pareja, el futbolista Mauro Icardi. Aunque su decisión sorprendió al mundo del espectáculo, su cambio de rumbo no fue solo personal: también marcó un antes y un después en su carrera profesional.

Según información publicada por La100, la actriz encontró una ocupación que pocos esperaban: trabaja como relacionista pública (RR. PP.) para una marca internacional de cosmética. Su rol consiste en representar a la firma en eventos y generar vínculos comerciales, aunque no se ha detallado si se trata de un puesto formal o parte de un acuerdo temporal por canje.

La actriz encontró una ocupación que pocos esperaban: trabaja como relacionista pública. Foto: archivo- redes

Este giro profesional llega en un contexto particular. En Argentina, la China Suárez perdió todos los contratos comerciales que mantenía con distintas marcas. Fuentes cercanas explican que, cada vez que promocionaba un producto en redes sociales, los comentarios negativos superaban ampliamente a los positivos, lo que motivó a varias empresas a desvincularse de ella. Esto no solo impactó en su economía, sino también en su imagen pública.

Mientras tanto, sus hijos menores, Magnolia y Amancio —fruto de su relación con Benjamín Vicuña— continúan viviendo en Argentina, aunque la visitan cada 20 días. Esta situación generó críticas sobre su rol como madre, alimentando una narrativa polémica en redes sociales y programas de espectáculos.