El drama por el robo de la Virgencita, de Selva Pérez, en manos de Katia “La Tana” Fenocchio surge directamente del desafío de estar atadas por 24 horas, que terminó en escándalo en la casa de Gran Hermano.
La uruguaya trató de exasperar tanto a Katia como a Sandra Priore desde el minuto cero en el que se ataron. La platense no cayó en las provocaciones pero la Tana sí y se desató, lanzó insultos contra Selva y se fue a llorar a la sala de stream.
Selva pidió y lloró en el confesionario por su Virgen. “Solo te pido que cuides que no se vaya a perder y que no se vaya a romper. Después… que aparezca cuando tenga que aparecer. Solo pido que no la hayan tirado a la basura, fijate”, le solicitó a Gran Hermano.
Katia confesó su crimen ante Santiago “Tato” Algorta y Luz Tito, se mostró feliz por haber desestabilizado a Selva y afirmó que “ella fue quien se metió con su religión primero”.
“Ya no tenés la protección de Dios”, le dijo la Tana a Selva cuando esta reclamaba por la aparición de la Virgen.
Además, la motoquera habló en la sala de stream para decir que “no va a irse por culpa de esa mujer” y volvió a llorar al recordar la crítica de la uruguaya hacia su maternidad.
Eugenia Ruíz logró darse cuenta de que Katia fue quien robó la Virgencita a través de un “mentira-verdad”, por lo que Selva en cualquier momento iba a tener la confirmación de la autoría de la extracción. La Tana luego fue al confesionario a preguntar si estaba infringiendo alguna regla y explicó que lo hizo por cómo la trató la uruguaya al estar atadas.
Cuando Selva salió de placa y Katia partió rumbo al versus, Sandra le pidió que le dijese dónde está la Virgen. La motoquera respondió que “está escondida en la casa”.
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