En una semana marcada por la tensión y las estrategias a flor de piel, Juan Pablo, más conocido como “Devi”, se consagró como el nuevo líder de Gran Hermano. El jugador, que forma parte del reality desde sus inicios, obtuvo un beneficio crucial: la inmunidad frente a la próxima gala de eliminación, en una casa donde todos sus compañeros quedaron nominados.
La competencia por el liderazgo se definió en un mano a mano con Lucía, apodada “Luchi”, quien no logró superar la etapa de preguntas y respuestas en la instancia final. Fue precisamente este desafío el que le permitió a Devi asegurarse unos días más dentro de la casa sin el riesgo de ser eliminado.
El contexto no es menor: esta semana la placa es de votación positiva, es decir, el público deberá elegir a quién quiere que continúe en el juego. Todos los participantes, salvo el líder, deberán esforzarse por conquistar a la audiencia en un momento decisivo del certamen.
Con esta victoria, Devi no solo gana tiempo, sino también una posición de poder en un clima que se vuelve cada vez más competitivo y emocional dentro de la casa más famosa del país.