En la casa de Gran Hermano, el icónico teléfono rojo volvió a sonar y, esta vez, fue Juan Pablo De Vigili quien se animó a responder. Sin embargo, lejos de obtener un beneficio personal, el participante recibió una consigna que involucraba a otros: debía elegir a dos personas para acceder al SUM, el sector más exclusivo del reality.
Una vez más, el SUM fue ambientado con una estética romántica: cena especial, cama matrimonial y la proyección de una película a tono con la atmósfera. En esta ocasión, los seleccionados disfrutarían de “Notting Hill”, un clásico.
Fue Santiago del Moro, conductor del programa, quien le explicó a De Vigili que el privilegio no era para él, pero que aún así se trataba de una decisión importante dentro del juego.
Fiel a su estilo, De Vigili priorizó el corazón por sobre la táctica y decidió que quienes merecían vivir ese momento eran Gabriela Gianatassio y su hermano Guillermo, destacando que llevaban más de un año sin verse.
La decisión dejó fuera a parejas como Luz Tito y “Pestañas”, o Sandra Priore y Lucas, que quedaron con las ganas de disfrutar de una velada íntima en el SUM, lo que generó diversos comentarios dentro de la casa.
Con esta jugada, De Vigili dejó en claro una vez más que su paso por el juego está marcado por las emociones, más que por los cálculos estratégicos.