Este martes, los “Originales” de Gran Hermano (Telefe) se enfrentaron a una prueba decisiva que podría marcar un antes y un después en la dinámica de la casa más famosa del país. En juego, una oportunidad única: ganar un auto OKM y obtener el liderazgo de la semana, dos premios clave que podrían cambiar el rumbo de la competencia.
Los “Originales”, aquellos jugadores que estuvieron en la casa desde el primer momento, dejaron claro que su permanencia en Gran Hermano les da una ventaja frente a los nuevos participantes, quienes no tuvieron la misma oportunidad de adaptarse al juego desde el inicio. Este sentimiento se intensificó en la prueba, un desafío que los jugadores consideraron crucial para asegurar su lugar en el programa.
El gran día de la prueba llegó y, en un escenario de tensión, los participantes se enfrentaron a un panel de llaves, donde cada turno representaba una oportunidad para acercarse al premio. La ansiedad se apoderó de todos, y poco a poco los jugadores fueron avanzando para retirar sus llaves. Martina fue la primera en encabezar la fila, mientras que Chiara y Lourdes ocupaban los últimos puestos, lo que generó aún más nerviosismo entre los participantes.
Con cada llave retirada, el destino de los jugadores se fue decidiendo. Todos sabían que, al final del día, solo uno podría quedarse con el auto OKM y, más importante aún, con el liderazgo de la semana, una ventaja estratégica.
Este miércoles continuará la prueba y se conocerá el nombre del gran ganador.
¿Quién será el gran ganador de la prueba?