En una gala tensa, los jugadores tomaron una decisión estratégica que dejó afuera del juego a Augusto, amigo de “Tato”. La votación secreta terminó siendo pública y generó revuelo en la casa.
La casa de Gran Hermano vivió una de sus noches más intensas este martes, en una gala cargada de emociones, traiciones y decisiones.
Lo que debía ser una votación secreta terminó con todos expuestos. Santiago del Moro sorprendió a los participantes al realizar el conteo de votos en vivo, frente a todos los integrantes de la casa. Una jugada que dejó al descubierto las estrategias, alianzas y, sobre todo, las intenciones reales de cada uno.
El “versus” final se definió entre Pablo y Augusto, dos de los familiares que más protagonismo habían tomado en los últimos días. La tensión se sentía en el aire y los gestos de incomodidad se multiplicaron a medida que los votos quedaban sobre la mesa.
Finalmente, el eliminado fue Augusto, amigo personal de Santiago, más conocido como “Tato“. La salida del uruguayo no fue casual: varios jugadores apuntaron a desestabilizar a Tato, y este fue su primer movimiento en esa dirección. La eliminación de su aliado más cercano marca un antes y un después en la estrategia de juego del participante.
Con Augusto fuera de la casa, se abre un nuevo capítulo en la convivencia, y ya se especula con quién podría ser el próximo en quedar en la mira.