Los jugadores de Gran Hermano vivieron un tenso momento en la gala cuando la voz de “Big” les comunicó una dura sanción grupal por incumplir nuevamente el reglamento. La advertencia, que ya venía repitiéndose en ediciones anteriores, esta vez no quedó en palabras: habrá un fuerte recorte en el presupuesto para las compras semanales.
“Mi paciencia tiene un límite“, lanzó Gran Hermano en un mensaje cargado de molestia. “A cada rato ustedes se empecinan en poner a prueba mi paciencia. Quizás es solo por distracción o negligencia que reinciden en ciertas infracciones…”, comenzó el ojo que todo lo ve, visiblemente molesto con el accionar de los participantes.
La infracción más grave volvió a estar relacionada con los gritos del exterior, un tema delicado en la dinámica del reality. GH remarcó que, ante cada grito que se escucha desde afuera, los jugadores demoran en entrar o, por el contrario, salen rápidamente a escuchar lo que dicen.
“Es una pena que en esta instancia de la competencia sigan con fuego”, subrayó, y luego comunicó el castigo para todos los participantes: “Les descontaré la mitad del presupuesto para la compra de esta semana. Si ganan la prueba, tendrán el 50 por ciento; si la pierden, solamente el 25 por ciento”.
La sanción cayó como un balde de agua fría entre los concursantes, que ya habían recibido advertencias similares en semanas anteriores. A medida que avanza el juego y se acerca la gran final, el cumplimiento del reglamento se vuelve cada vez más estricto.
Gran Hermano cerró el mensaje con una última advertencia: “Mi paciencia tiene un límite”.
Fuente: con información de Primicias YA