Jimena Barón abrió su corazón en redes sociales tras vivir una situación tan cotidiana como emotiva: su hijo Morrison, fruto de su relación con Daniel Osvaldo, asistió a su primera fiesta con amigos, mientras ella permanecía en casa cuidando al pequeño Arturo, su bebé de dos meses junto a su pareja actual, Matías Palleiro. El evento disparó en la artista una serie de reflexiones sobre la maternidad y el inevitable paso del tiempo.

Todo comenzó cuando Momo, como llaman al mayor, comenzó a prepararse temprano para su salida. Jimena, entre divertida y conmovida, compartió el momento en sus historias de Instagram. “Primera vez en la vida que Momo se baña por motu propio, pues tiene una JODA”, escribió sobre el video que mostraba al nene lleno de entusiasmo. Entre risas, también registró cómo su hijo le preguntaba la hora a cada rato, impaciente por irse.

Los posteos en la historia de Instagram de Jimena Barón.

Mientras Momo disfrutaba su noche con amigos, Barón se quedó en casa junto a Arturo. “Esperando que termine la fiesta de uno mientras toma teta el otro”, escribió sobre una imagen que la mostraba acostada, sonriendo, con su bebé al lado. Aunque la felicidad era evidente, también confesó un pequeño temor: que su hijo mayor volviera y no le contara nada de lo que vivió.

Sin embargo, ese miedo se disipó. Momo regresó entusiasmado, se sentó en la cocina con una hamburguesa en mano, y comenzó a charlar con su mamá. “No voy a andar contando sobre la noche de Momito, pues su intimidad”, aclaró Jimena en una publicación, aunque compartió su emoción: “Mientras Arturo tomaba teta, yo no podía dejar de pensar cómo pasa la vida y cómo este pibe que fue hace tan poco mi bebito ahora está tan grande y va a seguir creciendo y volando”.

Finalmente, la artista cerró su reflexión con una frase cargada de emoción que resumió todo lo vivido: “La vida tiene cosas hermosas, pero nada es más hermoso que ver crecer bien a los hijos”. Una declaración sincera que conmovió a sus seguidores y retrató el corazón de una madre que celebra, en simultáneo, el crecimiento y la ternura del presente.