A casi un año de la muerte del reconocido conductor de música tropical Daniel “La Tota” Santillán, ocurrida el 23 de septiembre de 2024 tras un incendio en su casa de Castelar, la Justicia decidió reabrir la investigación para esclarecer las circunstancias del hecho. El ex conductor de Pasión de Sábado tenía 57 años y, en un principio, se barajó que el incendio podría haber sido iniciado por la propia víctima, ya sea de forma intencional o por negligencia.

La decisión de reabrir la causa se tomó luego de que una pericia descartara una falla eléctrica como origen del fuego. Además, el abogado de los hijos del conductor, Juan Pablo Merlo, confirmó que la familia quiere saber “si fue un asesinato o un suicidio”. En diálogo con TN Show, Merlo sostuvo: “Queremos tener una sola versión, certera y definitiva”.

Los familiares de Santillán presentaron dos indicios que consideran claves: por un lado, la puerta trasera de la casa estaba abierta, lo que despierta sospechas sobre un posible ingreso ajeno. Por otro, denunciaron irregularidades con el celular del conductor, que inicialmente fue reportado como extraviado, pero luego apareció en manos de la Fiscalía. Lo más inquietante, según señalaron, fue que su número abandonó automáticamente todos los grupos de WhatsApp meses después de su fallecimiento.

El departamento de la Tota quedó quemado casi al 100%.

El informe forense reconstruyó los últimos momentos de Santillán. El fuego comenzó en el baño, afectó sus prendas, y se extendió hasta el living comedor, donde fue hallado muerto junto a un sillón de madera y goma espuma. Las marcas de combustión permitieron establecer que el presentador intentó desplazarse desde el baño hasta el sillón, donde finalmente fue alcanzado por las llamas.

Si bien la autopsia concluyó que murió por un síndrome asfíctico y con casi el 90% de su cuerpo quemado, no se hallaron signos de defensa ni faltantes en su hogar, por lo que la principal hipótesis sigue siendo el suicidio. Sin embargo, la Justicia mantiene abierta la posibilidad de un hecho criminal. Amigos cercanos habían manifestado que “La Tota” estaba atravesando una etapa de profunda angustia, con problemas laborales, económicos y una condena judicial por violencia de género.

Con información de Clarín