La tensión dentro de la casa de Gran Hermano escaló a otro nivel este jueves. Al inicio de la gala, el “Big” sorprendió a todos con un comunicado cargado de enojo y advertencias.

“En estas acusaciones suele surgir siempre una palabra: acomodo”, comenzó diciendo la voz omnipresente, y agregó: “Dijeron que hay jugadores que arreglaron su ingreso a mi casa en una fecha convenida para pasar las fiestas de fin de año con sus seres queridos. Y me atribuyen tener una amistad especial con quienes visitan seguido el confesionario”.

Sin medias tintas, Gran Hermano fue contundente:

Estas y otras graves imputaciones sobre la transparencia del juego vienen siendo mencionadas en la casa. Cada cual sabe lo que dijo. No hace falta que yo explique nada. La mala fe no merece explicaciones”.
La advertencia final dejó a todos boquiabiertos:

De ninguna manera voy a permitir que se me acuse de favoritismo. Todo aquel que considere que el juego no es limpio puede retirarse de mi casa ahora. La puerta giratoria está a disposición para quien así lo desee”.

Tras el duro mensaje, la tensión se trasladó al living. Fue Eugenia Ruíz quien reaccionó al aire con una frase directa: “¿Y quién se va a hacer cargo de los comentarios? Porque estoy casi segura de que eran para mí”. La frase provocó murmullos entre sus compañeros.

La raíz del conflicto habría surgido en una conversación entre Sandra Priore, Lourdes Ciccarone y Katia “La Tana” Fenocchio, donde se insinuó que Eugenia habría negociado la fecha de su ingreso al programa.