“Mi alma era una especie de sótano inundado lleno de ratas”. La frase pertenece a Nino Dolce, el ex cocinero y Gran Hermano que estuvo un tiempo alejado de la TV y ahora volvió con un perfil “más espiritual”.

El conductor aseguró en una entrevista para el diario Muy que reza a diario, medita y asiste a retiros como una forma de estar más conectado a su alma. Ese cambio radical llegó después de un viaje a Perú que hizo hace unos años y ahora espera su segundo hijo. 

“Vi la imagen de Dios como un monolito de roca nacarada. Muy sólido en un cielo de tormenta. Me agarré de eso. Tuve fe. Se abrió en mí un canal espiritual fuerte. Mi alma era una especie de sótano inundado lleno de ratas. Pero de a poquito fui sacando el agua a baldazos”, explicó Nino quien aseguró que se separó de la “TV basura” aunque sigue “trabajando en Playboy pero más calmado”.  

“Por suerte pegué el volantazo a tiempo. Llevaba una vida al límite y dejé de hacerlo. Vi la luz de Dios, entré en un estado de consciencia superior. Tuve acercamientos de luz muy fuertes, de esos que te rompen toda la estructura”, aseguró Dolce quien regresó a la pantalla de Playboy TV con su nuevo programa Nino Dolce Hotel.