A una semana de su estreno en Netflix, el reality Love is Blind logró conquistar el corazón de miles de personas. Con Wanda Nara y Darío Barassi a la cabeza, el ciclo se propone averiguar si el amor puede superar las apariencias y se posicionó como un éxito. Pero la única que no se mostró feliz fue Jimena Barón, quien contó la desilusión que vivió cuando le habían propuesto conducir este proyecto y Wanda se quedó con el puesto.

“Storytime de cuando me dijeron que iba a ser la conductora de Love is Blind, pero se olvidaron de avisarme que al final no”, comenzó Barón en su cuenta de TikTok.

La cantante y actriz relató: “Un día me escribe mi representante y me dice, “está interesada la gente de Netflix para hacer un programa que se llama Love is Blind. ¿Lo conocés?”. Le digo “es mi programa preferido”. Soy fanática, no es que lo conozco, soy fanática real. Vi todas las ediciones. Me hice amiga de dos participantes de la edición de Estados Unidos”.

Y dio más detalles de cómo involucró a su novio para poder estar en el proyecto.  “Días después mi representante me dice, “Jime, parece que este programa tiene un formato universal y la persona que conduce lo hace con una pareja, ¿estarías ok en conducir el programa con Matías, tu novio?”. Ahí le hablo a Matías (Palleiro), “Gordi, muero por hacer este trabajo que no pasa nunca, necesito que seas el mejor conductor del mundo”. Justo a él, que no habla en las historias de Instagram. Entonces empezamos a practicar en el living de mi casa, Matías parado y yo diciéndole, “hagamos como que abrís vos, después me das el pase a mí”. Él no quería que yo perdiera el laburo, pero no sé si estaba tan copado con esto”.

Y fue así como ella siguió en carrera y su novio quedó fuera del proyecto. “Pasan de nuevo unos días. Me escribe mi manager y me dice, “Parece que por primera vez en la historia del programa desarmaron esto de que las parejas son realmente parejas, están re ok con vos. Descartado Matías”. Pobre, él había ensayado en el living. Medio bajón decirle que él no había quedado, pero que yo sí. A ese momento ya estábamos muy sobre la fecha”.

Se venía la inminente fecha del inicio de grabaciones y Jimena recibió un golpazo. “Yo sabía que faltaba poco y estaba pensando en el vestuario, el pelo, que no se me vean las canas. Me acuerdo que el 1 de enero, fue raro, porque yo decía, “me tendrían que estar diciendo que me vaya a Buenos Aires”, había que volar el 5. Entonces me empiezo a achicharrar porque no me daban los cálculos. Y el día que supuestamente me iba a subir a este avión, que nunca más me contestaron nada, aparece un mensaje de ellos que decía, “mil disculpas, nos olvidamos de avisarles que al final vamos con otra conductora”. Llanto, esa tarde me comí unos 11 churros”.

Y confesó: “Se me partió el corazón. Y aparte, no puedo entender cómo se olvidan de avisarme. Pueden tomar la decisión que quieran y seguramente es la mejor. Yo sabía que Darío (Barassi) era el otro conductor. Pero la otra era yo en su momento. ¿Cómo se van a olvidar? Empecé el año tan mal, tan triste”.

Y aunque hubo revancha porque volvió a trabajar con Netflix en otro proyecto contó que no pudo ver Love is Blind, Argentina. “Después viajé a Corea con ellos para hacer un trabajo divino. Está todo bien. Los quiero y sé que en algún futuro trabajaremos juntos, pero me han hecho empezar el año con el corazón destruido. Tanto que recién ayer empecé el programa porque no pude verlo más. Yo veía todo, Japón, Arabia, Reino Unido, todas las versiones. No pude verlo hasta ahora, que salió el de Dari, el de Wanda, que los amo. Son unos genios. Está buenísimo lo que están haciendo. En fin, es gracioso de contarlo”.