Un nuevo capítulo de tensión familiar se desató este viernes entre Mauro Icardi y Wanda Nara, en medio de la disputa por la tenencia y régimen de visitas de sus hijas Francesca e Isabella. Según se conoció, el futbolista se presentó en el domicilio de su ex pareja con el aval judicial para retirarlas por una semana, tal como lo indica una resolución reciente del juez Adrián Hagopian. Sin embargo, Wanda se habría negado a entregarlas, lo que derivó en una escena de alto voltaje emocional.

El periodista Ángel de Brito brindó detalles clave sobre lo ocurrido en el departamento de Nara, asegurando que las niñas lloraban y no querían ir con su padre, a pesar de tener las mochilas listas. Además, explicó que la licenciada Mattera, designada para mediar, estuvo más de una hora intentando convencerlas, sin éxito. Según relató, las menores expresaron sentirse incómodas en el entorno de Icardi y mencionaron situaciones previas que las habrían afectado emocionalmente.

Uno de los testimonios que más resonó fue el de una de las hijas, quien relató que “la obligaron a mentir” en una situación anterior cuando estaban en la casa del futbolista, con varias personas presentes, incluida Eugenia “La China” Suárez. La menor aseguró no sentirse en “su casa” durante las visitas y expresó el deseo de no compartir con “toda esa gente” que suele estar alrededor de su padre, como peluqueros y managers.

Wanda va por todo en la tenencia de las hijas con Mauro Icardi.

El conflicto escaló al punto de que tres móviles policiales se hicieron presentes en el lugar, ante la posibilidad de una intervención forzada para cumplir con la orden judicial. En paralelo, cronistas apostados en la puerta del edificio afirmaron que Wanda Nara lloraba desconsoladamente, mientras sus representantes legales intentaban mediar con el entorno de Icardi. El jugador se encontraba contenido por allegados en el estacionamiento.

El conflicto legal y emocional pone una vez más en el centro de la escena a la expareja, justo cuando Wanda tenía planeado viajar a Miami por compromisos con Telefe, viaje que quedó suspendido por esta situación. La polémica vuelve a encender las alarmas en torno a la exposición mediática de las hijas del matrimonio y a los alcances emocionales de una batalla judicial que no parece tener una resolución cercana.