Este martes, el teléfono rojo volvió a sonar en la casa de Gran Hermano (Telefe), y una de las integrantes del Tridente fue la encargada de atender el llamado, desatando una serie de eventos que generaron gran conmoción entre los participantes.
Luciana fue la afortunada en recibir el tan esperado llamado y, sin pensarlo dos veces, decidió hacer uso de su beneficio fulminando a Eugenia. Con contundencia, aseguró que su deseo es que Eugenia abandone la casa lo más pronto posible, generando un clima tenso que acabó en una explosiva reacción por parte de la afectada. Eugenia no pudo contener su enojo y, visiblemente afectada, explotó en llanto, sintiendo que su permanencia en el reality estaba en peligro.
En ese momento, Eugenia expresó su deseo de abandonar la casa por decisión propia, pero su compañera Selva logró tranquilizarla y evitar que tomara una decisión impulsiva que podría haber arruinado sus planes en el juego.
El beneficio otorgado a Luciana incluía una cena y una película romántica para compartir con sus compañeros, una oportunidad que parecía haber suavizado las tensiones. Pero, durante la velada, las chispas volvieron a volar. En medio de una fuerte discusión, Eugenia arremetió contra Luciana, dejando en claro su rechazo hacia las actitudes de su compañera.
Luciana, por su parte, no se quedó atrás y respondió con dureza, asegurando que cuenta con el apoyo del público, insinuando que, si no fuera así, ya se habría ido del juego.
Este enfrentamiento marcó un nuevo punto de quiebre en la casa de Gran Hermano, donde las alianzas y rivalidades parecen estar más intensas que nunca. Los espectadores aguardan con expectativa cómo se desarrollarán los próximos días, con tensiones que no parecen disiparse.