En tiempos donde los valores y el amor a la Patria parecen estar resurgiendo, una historia conmueve en San Juan. Bautista Mariño, un niño de tan solo 5 años, demuestra un profundo orgullo por sus raíces y un amor innato por los uniformados. Sin haber conocido a su abuelo, Juan Soar Mariño —infante del Regimiento de Infantería de Montaña 22 (RIM 22)—, asegura que su vocación es clara: quiere ser soldado como él.

Su papá contó con emoción que el pequeño es fanático de los soldados. “El abuelo fue soldado, por eso tiene el casco, cosa del abuelo. Está feliz con eso. Lo extraño es que no lo conoció, y sin embargo, tiene ese fanatismo”, explicó a Diario La Provincia SJ.

La historia de Bautista se destaca no solo por su amor al uniforme, sino por cómo lo vive. “Él me dice que ser soldado es su trabajo, que no se disfraza. Él siente que ya es parte de eso”, agregó su padre, visiblemente orgulloso destancando: “Me imagino su futuro siguiendo los pasos de mi padre. Esto me llena de orgullo”.

Brian no conoció a su abuelo pero quiere ser como él cuando sea grande. Foto: Diario La Provincia SJ.

Juan Soar Mariño formó parte del histórico RIM 22, y aunque ya no está, su legado parece más vivo que nunca a través de su nieto. Bautista usa con orgullo el casco que le perteneció, y su gesto se convirtió en un símbolo de respeto y admiración por los que sirvieron al país.

Estamos volviendo a querer la patria”, reflexionó el padre de Bautista. “Después de todo lo que pasa en el país, creo que está creciendo el tema del respeto por los veteranos, el amor a la patria y los valores por nuestra Argentina. Está bueno que esto pase”, finalizó.

La historia de Bautista Mariño no solo emociona, también inspira. En él, muchos ven reflejado un sentimiento que parecía dormido y que hoy vuelve a tomar fuerza: el de valorar nuestras raíces, a quienes dieron todo por el país y a las nuevas generaciones que, como Bautista, quieren seguir su ejemplo.

Bautista recibió el legado de su abuelo a través de su padre. Foto: Diario La Provincia SJ.