Desde hace un año y medio, Carla Zárate canaliza su creatividad y sensibilidad estética en un emprendimiento que fusiona naturaleza y arte. Bajo el nombre Artemisa en Flor, esta sanjuanina de 33 años elabora cuadros, coronas, ramos y tocados con flores secas y frescas. Todo de forma artesanal, personalizada y con un estilo único.

Trabajo todo con flores secas y flores frescas. Objetos de decoración realizados con flores secas y algunos arreglos para eventos con flores frescas también. Las flores son una forma de traer un poco de naturaleza a la casa y darle vida”, expresó Carla a Diario La Provincia SJ.

Diseñadora de indumentaria de formación, Carla siempre estuvo conectada con lo visual y estético, pero su vínculo con las flores nació en un momento especial. “Estaba viajando por Córdoba, volví a San Juan y me puse a emprender directamente. Creé mi propio empleo trabajando con esto que es lo que más me gusta”, contó.

Cada obra es única: coronas, cuadros y ramos hechos a mano, personalizados y con estilo propio.

Antes de este cambio de rumbo, Carla trabajó en múltiples rubros: “Antes trabajaba en hoteles, en la recepción, como secretaria, vendedora. En una época trabajé como diseñadora y estuve también haciendo ferias. Pero eso fue hace más de 10 años”.

Hoy, se dedica completamente a su emprendimiento floral, en el que conjuga diseño, sensibilidad y naturaleza: “El arte con flores secas es todo creatividad en mi cabeza. Por supuesto, siempre uno encuentra inspiración en otros trabajos, pero todo es de mi creación”.

Obras únicas con alma vegetal

Cada creación que Carla realiza es distinta. “Hago cuadros. Todo lo que hago son piezas únicas. No hay ninguno igual al otro. Por ejemplo, tengo uno que es como una recreación de un jardín silvestre. Igual que las coronas: no hay coronas que se repitan. Siempre hago modelos nuevos”.

Las flores secas aportan un toque rústico y calidez al hogar, y pueden durar años si se cuidan correctamente.

Además, trabaja por pedido para eventos como bodas, recepciones y cumpleaños de 15. “Hago ramos de novias, tocados para quinceañeras, ramos para recibidas. También trabajo para hacer regalos para diferentes eventos. Se hacen personalizados”.

En el caso de los ramos frescos, se adapta a lo que ofrece la estación. “En los ramos sí tengo catálogos, pero también van variando según la estación. Si son con flores frescas van cambiando las flores que están en la estación”.

Más allá de lo visual, Carla considera que su arte tiene un componente emocional: “Además de algo decorativo, tiene como un efecto terapéutico tener flores en el hogar. Aporta color y por ahí es como que da el toque final a un espacio”.

“Las flores tienen un efecto terapéutico y decorativo. Dan vida y color a los espacios”, afirma Carla.

También destaca la durabilidad y la calidez de las flores secas. “Le dan ese toque rústico y de calidez. Y además de que son duraderas. Pueden durar muchísimo tiempo cuidándolas, aunque estén en el sol. Por ejemplo, se cuidan soplando con secador de pelo despacito con secador frío y pueden durar muchísimos años”.

Un emprendimiento que crece con dedicación

Aunque no tiene un local físico, Carla vende por pedido y en su mayoría a través de redes sociales. “No tengo un local al público, pero trabajo por pedido. Para eventos también. Una de las mayores formas de vender que tengo es a través de mi Instagram”.

Todo el proceso lo realiza ella misma, desde la selección de flores hasta la entrega final. “Trabajo sola”, asegura, y aunque a veces sufre bloqueos creativos, se permite esperar a que vuelva la inspiración: “Depende del momento. Si tengo algún bloqueo creativo, espero que llegue. Y con los materiales que tengo en el momento puedo empezar a crear, y ahí surgen las ideas”.

A través de Instagram, Carla comercializa la mayoría de sus piezas y también trabaja por encargo para eventos.

Carla encontró en las flores no solo una salida laboral, sino un lenguaje artístico. Con Artemisa en Flor, no solo transforma ambientes: transforma emociones.