Sonríe y levanta una maceta hecha con una lata de gaseosa. Mientras la mira, miles de recuerdos pasan por su mente: los pasillos de la escuela Rural Aislada “Manuel Alberti”, la pandemia y lo que la naturaleza le transmite. María Cristina Ramos se jubiló como docente rural en Iglesia y desde ese momento transitó un camino nuevo en su vida.
Lejos de quedarse en su casa de Rodeo haciendo de sus días jornadas de descanso completo, decidió seguir trabajando en contacto con las plantas. La docente rural eligió darle continuidad a algo que nació como un mundo nuevo en la pandemia: un vivero.
“Me jubilé recientemente y estoy haciendo algo que nació en la pandemia, es un nuevo rubro para mi que es todo lo que tiene que ver con ser vivero-productor mezclado con artesanías, en diferentes materiales”, comenzó explicando Cristina a Diario La Provincia SJ.
Ella trabajó como docente agropecuaria por más de 20 años en la escuela que está ubicada en el distrito iglesiano llamado Zonda. “Era parte de mi vida la escuela pero me jubilé. Yo nací en Rodeo y en pandemia, con el aislamiento, porque estábamos todos encerrados, empezamos a hacer una pequeña producción de plantines para vender”, recordó.
Aquella venta superó las expectativas, especialmente para el Día de la Madre de ese 2020. Poco a poco, con la ayuda de sus dos hijos, Valentino de 15 y Cristian de 28 años, fue avanzando en el emprendimiento y hoy cuenta con un local en Rodeo donde comparte el salón de venta con sus hermanos que tienen otros rubros.
“Paseos Ramos está en el centro de Rodeo y tenemos muchos rubros más. Cada hermano tiene un rubro distinto, pero compartimos el mismo espacio. Mis hijos son mi mano derecha, ellos trabajan a la par mía. Ellos cuidan las plantas, o están en el salón de venta. Ellos me ayudan muchísimo“, destacó Cristina quien subrayó que éste “es un negocio familiar y las plantas son mi conexión con la naturaleza, porque somos naturaleza. ¿Todo sale desde ahí, no? La naturaleza nos aporta lo que somos, nos aporta vida”.
Actualmente ella hace desde pequeñas suculentas hasta árboles. Hay una amplia gama que también incluye flores de interior, de exterior y arbustos. Todo el mundo verde se mezcla con las artesanías que ella hace y que va desde los tradicionales duendes hasta las hadas y divertidos personajes hechos con cemento, arcilla o yeso. También trabaja con latitas de gaseosa que están recicladas.
“Nuestro vivero es productor 100% natural, no usamos químicos en el vivero. Entonces, aparte de producir todo natural, reciclamos”, finalizó.
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