El pasado 23 de abril, la tranquila noche de Fernando Martín en el hotel Medrano, en Capital Federal, se vio alterada por una noticia que esperaba con ansias: “apareció un donante“. Las palabras generaron sentimientos encontrados y la esperanza de que se venía el cambio en su calidad de vida.

El sanjuanino tiene 62 años y venía luchando contra la ascitis desde el 2023. Esta enfermedad hepática lo ubicó primero en la lista por un trasplante de hígado y finalmente eso se concretó el 23 de abril. A un mes de haber recibido el órgano, él ya siente esos cambios en su cuerpo y no ve la hora de que se cumplan los 45 días que queda de recuperación para volver a San Juan.

Antes de viajar a Buenos Aires, estaba muy nervioso, muy ansioso porque no sabía qué iba a pasar. Cuando llegué a Buenos Aires, traté de estar bien con Dios y fui a misa“, comenzó contando a Diario La Provincia SJ y luego recordó aquel día de la noticia: “estábamos acá en el hotel con mi esposa viendo televisión cuando me llamó el jefe del operativo y me dijo presentate en la guardia. Ya tenés, ya está el operativo en el camino. Pensé que me iba a asustar pero fue muy tranquilo. Esperamos toda la noche y afortunadamente el órgano llegó a las ocho de la mañana“.

Fernando combatió en Malvinas y en el 2023 su cuerpo empezó a fallarle.

Aquella operación duró ocho horas y su organismo recepcionó muy bien el hígado. “Ahora hay que cuidarlo mucho. Trato de rezar en la noche para que el alma de esa persona, porque es un hígado postmortem, tenga las puertas del paraíso abierto“, agregó.

Fernando Martín es ex combatiente de Malvinas y formó parte del equipo de la Base Aeronaval de Río Grande, donde se comandó toda la Gesta. Aquella fue una guerra que no dudó en enfrentar con la fuerza de la juventud y el amor a la Patria. Hoy lucha una batalla personal que implica poner toda la fuerza en recuperar su salud.

Previo a recibir el trasplante, Fernando tuvo que atravesar los duros golpes que le daba la enfermedad. Por semana, los médicos le tenían que sacar el líquido que se le acumulaba en el vientre y que podía llegar a ser hasta 12 litros. Por eso, siempre tenía una gran hinchazón que podía poner en riesgo su vida.

Fernando en Buenos Aires.

Tras recibir el hígado, él permaneció un tiempo en terapia intensiva y luego poco a poco fue cambiando de estado. Si bien hoy no tiene el alta médica aún, ya no está internado en el hospital para evitar cualquier virus intrahospitalario. Por eso reside en el hotel junto a su esposa que es su gran pilar.

Ahora ya puedo correr todos los días. En la mañana termino de desayunar y tengo un circuito. Me siento fuerte, firme y con ganas de pegar la vuelta a San Juan, porque extraño mucho“, señaló entre risas, marcando que en su vida tiene un nuevo objetivo: promover la donación de órganos.

Uno de los objetivos míos ahora es hacer una campaña silenciosa, más que nada de fomentar la donación de órganos. Yo cuando era soltero, estaba como donador y uno dice ‘no, que me va a pasar’. Pero cuando llega el momento, hay que ser frío en ese sentido. Saber que tu órgano si lo enterrás va a la basura. Sin embargo puede servir para salvar una vida“, expresó.

En julio, probablemente Fernando ya esté en San Juan. Para ese momento le gustaría apostar a la concientización, a trabajar justamente en la incentivación de la donación de órganos, “porque donar órganos es dar vida nuevamente”.