Juan Cruz Femenía, más conocido como Juanchi en redes, es mucho más que un creador de contenido. Detrás de sus videos turísticos y su carisma intenso, hay un sueño claro y concreto: llevar San Juan a cada provincia del país. No de manera simbólica, sino literal.
“Un sueño mío es mostrar San Juan provincia por provincia. Llevar cosas regionales, parar a alguien en la calle y hacerle cuatro o cinco preguntas sobre San Juan. Si responde bien, le regalo algo típico nuestro. Mostrar nuestra cultura afuera de la provincia”, confesó Juanchi su deseo a Diario La Provincia SJ, con la pasión encendida que lo caracteriza.
Ese impulso por promocionar San Juan, por hacerlo visible, nació desde muy chico, cuando salía al campo con su padre y soñaba con mostrarle al mundo lo que nadie mostraba. “Mi idea siempre fue mostrar los paisajes que tenemos y no se conocen. Cuando era chico decía: ‘¿Qué puedo hacer?’. Y ahí empezó todo”, recordó.
Con sus primeros contenidos turísticos en Mendoza —donde alguien creyó en él antes que en su propia tierra— Juanchi aprendió a editar, a contar historias y a visualizar paisajes con una mirada propia. “Me dijeron: ‘Vos tenés que promocionar San Juan como un cordobés promociona su provincia’. Y eso me marcó”.
Hoy, ya recorrió desde Potrerillos y Las Leñas, hasta El Chaltén o Villa La Angostura, incluyendo lógicamente San Juan. Siempre con un objetivo claro: visibilizar el turismo de forma auténtica, cercana, sin guiones. “No me gusta que me digan influencer. Soy creador de contenido, pero sobre todo, soy Juanchi”, afirma.
Su propuesta busca sumar tanto al turismo como a la gastronomía, sin perder el eje: “No me gustaría desviar mi contenido. La gastronomía va de la mano con el turismo, pero lo mío es mostrar lugares. Viajo gracias a la gente que me abre las puertas: dueños de alojamientos, gastronómicos, sponsors. Sin ellos no podría hacer esto”.
Para concretar su gran proyecto, busca hoy el apoyo del sector privado y del Estado. “Estoy buscando respaldo para que esto crezca. Yo hago contenido, pero también soy un promotor del turismo sanjuanino. No lo hago por moda. Lo hago porque lo siento”, asegura.
De la muerte a la vida: la historia de superación que lo marcó
Detrás de ese entusiasmo incansable y de ese amor por su tierra, hay una historia que conmueve. Cuando tenía 18 años, un remis lo atropelló mientras cruzaba la calle. El diagnóstico fue devastador: un mes en coma, 19 días al borde de la muerte y tres años y medio de recuperación.
“El golpe lo recibí en la cabeza, en las costillas, en la pierna. Me inflamé el nervio óptico, no me respondía el sistema nervioso central. Era un vegetal tirado en una camilla. Nadie pensaba que iba a quedar vivo… nadie, excepto mi viejo”, recordó con voz firme.
Su papá, justamente, fue su mayor sostén durante ese tiempo. “Mi viejo fue un gran pilar. Me empujó para arriba siempre. Me decía: ‘Rendirse nunca, retroceder jamás’. Él siempre creyó que iba a salir. Nunca me dejó solo”.
También su kinesióloga, Melissa Herrera, fue clave en el proceso. “Todos los días hacía kinesiología en la pileta, en el consultorio. Hubo días en los que quise parar, rendirme. Pero mi viejo no me dejaba. Él me decía que todavía me quedaban muchas cosas por hacer en esta vida”.
Incluso el padre Rómulo Cámpora tuvo una visión que marcó a su familia: “Mi vieja me contó que cerró los ojos y dijo ‘Juan Cruz va a estar bien, va a salir adelante’”. Y así fue. Volvió. Y volvió con una energía distinta, con una urgencia por vivir. “Siempre digo que no me morí porque estuve tomando 2 o 3 té con San Pedro y por intenso y molesto me dejó de vuelta”, lanzó entre risas.
Desde las imponentes Cataratas del Iguazú, donde estuvo generando contenido este fin de semana gracias a una agencia de viajes que lo sponsorea, Juanchi dejó dos frases que resumen su esencia y su camino: “¡Gracias viejo!” y “¡Vale la pena estar vivo!”. Dos gritos que no son marketing ni estrategia digital. Son verdad.
“Yo soy así. La gente que me conoce lo sabe. Soy intenso, inquieto, curioso. Nunca me quedo con lo primero que me dicen. Esa manera de ser me trajo hasta acá. Y si estoy hoy donde estoy, es porque Dios me dio otra oportunidad. Y yo la agarré con las dos manos”, concluyó.