Dejó Rawson para estudiar en Buenos Aires, pero una decisión inesperada la llevó a cumplir un sueño de toda la vida. Hoy atraviesa un intenso proceso de cambio físico y emocional en televisión nacional.
Romina Arrieta, más conocida como “Paloma”, es una joven oriunda de Rawson, San Juan, que a fines de febrero decidió emprender un nuevo camino. Con el objetivo de estudiar el Profesorado de Educación Física, se trasladó a la ciudad de Buenos Aires, cargada de ilusiones y planes. Sin embargo, al poco tiempo se encontró con un obstáculo: debía rendir materias pendientes del nivel secundario para poder inscribirse en la carrera. Esa situación le significó dar un paso atrás en lo académico, pero sin saberlo, sería el punto de partida hacia una transformación personal profunda.
Durante una noche en la que extrañaba su provincia y sentía cierta tristeza por no encontrar trabajo, tomó una decisión que cambiaría su vida: se anotó en el casting para participar del programa Cuestión de Peso, un ciclo que desde pequeña soñaba con integrar.
“Me anoté aunque decía ‘casting 2024’, así que tenía pocas esperanzas. Estaba media triste, sin laburo, y dije: voy a intentarlo igual”, contó en una entrevista con Diario La Provincia SJ. Para su sorpresa, a la semana consiguió un empleo, y poco después, la producción del programa se comunicó con ella para saber si estaba dispuesta a presentarse al casting. No lo dudó: fue, se animó a abrir su corazón en cámara y compartió su historia.
“Cuando me senté en el casting pensé que era una charla como una entrevista de trabajo. Pero eran cámaras, luces, y muchas preguntas profundas. Ahí dije: tengo que ser yo, no puedo ocultarme más si me oculté siempre. Abrí mi corazón y conté cosas que muchos no sabían. No me costó, lo sentí”, relató Paloma sobre ese momento tan íntimo y decisivo.
Semanas después, recibió la confirmación que tanto esperaba: iban a grabar en su casa, y poco después le entregaron la nota que oficializaba su ingreso al programa. “No lo podía creer. De chica había hablado con mi hermana y un amigo de que algún día quería estar ahí. Pensar que se hizo realidad me confirmó que los sueños se cumplen”, expresó con emoción.
Desde ese momento, su vida dio un giro total. Actualmente, asiste de lunes a viernes a la clínica donde realiza su tratamiento, de 7:30 a 14:00, y luego se traslada al estudio donde participa del programa en vivo. Allí hace actividad física, comparte tiempo con sus compañeros y recibe el acompañamiento de un equipo interdisciplinario de profesionales que —según sus propias palabras— la hacen sentir cómoda y contenida. “No estoy sufriendo esto de hacer dieta. Antes comía muchísimo, mi vida era a base de harinas. Ahora como un montón, pero sano”, explicó con orgullo.
Uno de los pilares fundamentales en este proceso ha sido el acompañamiento psicológico. Romina vive con un amigo, con quien comparte momentos cotidianos antes de comenzar su rutina diaria. “Me levanto con ganas de ir todos los días, no lo sufro”, remarcó. También destaca el vínculo que ha construido con sus compañeros dentro del programa, con quienes convive a diario. “Nos llevamos muy bien, el grupo es excelente”, contó.
El apoyo que recibe desde su tierra natal también fue una fuente de motivación. “Mi familia y amigos están súper contentos. Mucha gente de San Juan me deja mensajes en las redes. Amo San Juan y su gente, es tan cálida que me hacen sentir acompañada aún estando lejos”, afirmó. No obstante, Romina también enfrenta desafíos: por la intensidad del tratamiento, debió dejar momentáneamente el estudio y el trabajo, lo que le genera dificultades económicas. “No tengo una familia que pueda darme una mano económicamente. Tengo un emprendimiento de medias animadas para adultos y con eso trato de defenderme, al menos para pagar el alquiler”, detalló.
Sobre lo que espera a futuro, Paloma tiene sueños concretos y llenos de entusiasmo. Su gran pasión es la danza, especialmente la zumba, y su meta es poder dar clases y realizar instructorados relacionados con el baile.
“Quiero seguir dando clases más cómoda. Mi sueño máximo sería poder estar bailando en algún programa. Siempre fui independiente y quiero trabajar sin sentir que por ser gorda no me van a llamar. Estar saludable y trabajar sin miedo”, compartió con honestidad.
Uno de los recuerdos que más la marcó fue su primer día en el estudio de Cuestión de Peso. “Me senté en el sillón y no podía creerlo. Estaba rodeada de personas con carreras prestigiosas, compañeros que son influencers y que yo veía desde el celular. Fue algo hermoso”, recordó. Con ese mismo espíritu, sueña con dejar huella: “Quiero construir un camino y que el día de mañana digan: ‘Romina fue por esto y lo logró’. Eso es lo que más deseo”.
Romina “Paloma” Arrieta es un ejemplo de perseverancia, valentía y autenticidad. Enfrentó obstáculos, se animó a cambiar de rumbo y hoy transita un camino lleno de desafíos, pero también de crecimiento y esperanza. Su historia, que comenzó entre dudas y tropiezos, hoy se escribe con fuerza, convicción y el firme deseo de construir una vida más plena y saludable.