Era uno de los artistas provinciales más admirado y querido de la provincia. Tuvo presentaciones en distintos museos de San Juan e incluso fuera de estos límites. Este martes murió en su vivienda y se generó un gran pesar en el mundo del arte. 
 
José Vilanova, más conocido como “Pepe”, el maestro de la madera y la cerámica, nació el 4 de mayo de 1936 y en su trayectoria figuran más de 40 años como docente en la Universidad Nacional de San Juan y 30 exposiciones individuales. Tras su deceso, en las redes sociales varios sectores expresaron su pesar y dieron el último adiós.

 
Su trayectoria
Según reprodujo la Revista de la UNSJ. a los 17 años empezó a hacer trabajos en cerámica. Vivió en Santa Lucía hasta cumplir 29. A esa edad se casó y se fue a vivir con su esposa a un departamento ubicado en Capital. Durante un par de años trabajó en la construcción de su propia casa hasta que el terremoto de 1977 aceleró la mudanza. Producto de su matrimonio, José tuvo un hijo, pero ambos, su hijo y su esposa, fallecieron hace ya más de 18 años. “Nunca estoy del todo solo, tengo muchos amigos y cuando puedo viajo a visitar a otros amigos que tengo en Europa. Durante el día trabajo en el taller hasta caer la noche, y ahí tengo que admitir que al volver a casa el no estar acompañado duele bastante. Igual mi casa es la casa de muchos, aquí siempre hay alguien, compañeros, ex alumnos, tengo mucha gente que me quiere”, compensa, esbozando una sonrisa.
Su faceta docente
José Vilanova, junto a Federico Blanco, Luis Suárez Jofré y Justo Barboza, entre otros artistas, fundó, en 1965, el Instituto Superior de Artes (ISA). Este instituto fue una parte esencial de la Universidad Provincial Domingo Faustino Sarmiento y, posteriormente, en 1973, pasaría a integrar la Universidad Nacional de San Juan. Ante la pregunta de Revista La Universidad sobre sus sentimientos hacia la UNSJ, Pepe se pone serio, piensa y responde con la mirada perdida: “La Universidad fue una madraza para mí. Me enseñó y me apoyó pero también me castigó. Sufrí mucho con cuestiones de cargos y concursos, esos temas legales me hicieron perder mucho tiempo. Pero debo reconocer que cuando necesité de ella siempre estuvo, me apoyó en todos mis emprendimientos. Disfruté mucho de esos 40 años”.
“Como docente era excelente, nos enseñaba mucho más que Arte, nos enseñaba a solucionar problemas, a arreglar objetos. Pepe es un hombre muy divertido y muy interesante, me emociono al hablar de él porque es un grande como artista y como ser humano”, dice Silvina Martínez, profesora de Pintura y Grabado del Departamento de Artes Visuales de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes, ex alumna, compañera de trabajo y amiga de Pepe. 
 
Desde hace dos años Vilanova está jubilado, fue profesor de Cerámica del Departamento de Artes Visuales de la FFHA. Asegura que sus últimos años como profesor fueron difíciles debido a la crisis que se desató a fines de 2001 en la Argentina. “Lo que enseño no viene meramente de los libros, se ve en la práctica, se evidencia en el taller y en esa época tan dura para los argentinos los alumnos no podían comprarse los materiales y la Universidad tampoco podía proveerlos. Se hacía muy difícil enseñar, por eso cuando me jubilé descansé bastante”, cuenta José.