Poco antes de morir, y fiel a su estilo, Domingo Faustino Sarmiento dejó una carta indicando exactamente cómo se debía festejar tanto el día de la Independencia como los homenajes a Francisco Laprida y Fray Justo Santa María.
Atendiendo a la celebración del Bicentenario de la Independencia, es que desde la dirección de la institución decidieron cumplir con algunos de los mandatos del prócer.
Es por eso que al pasar por calle Sarmiento y Libertador, se puede ver en las ventanas de la antigua casona coronas realizadas con hojas de olivos.
Además, en el interior, rodeando la tradicional higuera, se encuentra la bandera que durante años fueron tejiendo los visitantes en el telar.