Los sanjuaninos hicieron largas filas en el tradicional “Súper” del microcentro para llevarse porciones de paella para compartir en familia en el Viernes Santo.

Con ollas y tuppers en mano, aguardaron pacientemente tanto fuera como dentro de la galería, acompañados por el inconfundible aroma del plato español. Adentro, varias gigantescas paelleras aguardaban listas para ser servidas.

Los locales de Gallerano y Antonio Gómez también vendían pescado pero los compradores eligieron la paella por “rendidora” y por el exquisito sabor que lograron los experimentados paelleros.