Entre entrega de barrios sorteados en 2015 y la planificación de nuevos complejos, el IPV trabaja en estos meses para preparar todas las condiciones para hacer un sorteo. Está previsto que haya novedades sobre fin de año y lo que sí se conoce es uno de los puntos que se implementarán.

“Vemos que el desarraigo es un problema para las familias. Es decir, si vivían en Rivadavia y les tocó casa en Pocito, es un cambio muy grande ya que los chicos deben ir a otra escuela y el trabajo les queda lejos a los papás. Si no tienen vehículo propio, dependen del transporte público y sus horarios”, señaló a Diario La Provincia, el interventor de IPV, Juan Pablo Notario.

“Por lo tanto, entre las tareas del departamento Planificación está realizar un análisis social de esta variable de cara a un nuevo sorteo. Trabajaremos para que no haya desarraigo del lugar en el que vive para moderar el impacto social dentro de la familia y en la misma comunidad en la que está y a la que siente que pertenece. Este es uno de lo factores que incidió en la búsqueda de permuta de casas, por ejemplo, algo que queremos evitar”, señaló.

Además, IPV continúa intimando a propietarios de viviendas que no son habitadas por sus beneficiarios o las alquilan, una acción considerada ilegal. De no revertir esa situación, el organismo recupera esas viviendas y debe volver a adjudicarlas por sorteo.