Una nueva modalidad de festejos está siendo furor en Argentina. Primero en Buenos Aires y ahora extendiéndose al resto del país, las “Bodas ficticias” se están convirtiendo en la celebración a la que todos los jóvenes quieren asistir.
Este tipo de fiestas consiste en el casamiento “no real” de dos personas que se unen en un matrimonio ficticio con la única finalidad de celebrarlo a lo grande.
“Se nos ocurrió hacerla acá después de que mi hermano, que vive en la capital porteña nos contó que se casará con una boda no real en junio, entonces con mis amigos pensamos: `¿Por qué no hacemos una en San Juan?´. Más que nada con la finalidad de salir de lo mismo de siempre, los boliches, las fiestas. Además pensamos que todo el mundo le gustaría tener un casamiento pero ya casi nadie se casa, entonces decidimos llevarla a cabo”, explicó Ana Castro, una de las organizadoras del gran evento, a Diario La Provincia.
A la decisión la tomaron seis amigos estudiantes de la carrera de Arquitectura, y fueron los que pusieron en marcha el evento.
“Hubo mucha gente que se enteró de esta boda y nos contaron que ellos también querían hacer una y nadie la hizo. Además de eso, se pretendía cobrar una entrada o una opción como se hace para los bailes de egresados. Nosotros no lo haremos así, quienes asistan lo van a hacer de manera gratuita. Creemos que a partir de ahora si se harán varias”, confesó la joven.
Es por eso que los chicos no escatimaron en detalles y le pidieron ayuda a una wedding planner que aceptó y se encargó de organizar todo.
“Hay que asistir estrictamente formal, igual que un casamiento. En cuanto a la organización tuvimos que hacer todo como una fiesta real, música, iluminación, salón, catering, bebidas, en la cena habrá un show”, detalló Ana.
“La ceremonia siempre se realiza en civil, nosotros decidimos hacerla con un sacerdote que no es sacerdote, que casará a los novios. Los novios son dos amigos y compañeros de la carrera de Arquitectura, que tampoco son novios entre sí, pero al momento de casarse leerán los votos y festejarán juntos”.
En cuanto a la cena, para abaratar costos, el grupo de amigos decidió contratar a dos jóvenes cocineros que serán los encargados del catering. “Para abaratar costos decidimos hacer algo un poco más informal. El salón estará organizado como “living”, y les serviremos múltiples variedades de pizza y empanadas”.
La gran boda tiene fecha para el 19 de mayo en un salón de Santa Lucía, y ya cuenta con una gran cantidad de invitados confirmados. En ella se cumplirán varias medidas de seguridad, para que los jóvenes que asistan pasen una buena noche.
“La fiesta contará con guardias de seguridad y no se permitirá la entrada de menores. Todos los que asistirán serán mayores de 20 años y deben hacerlo con DNI, sin estos requisitos, no podrán entrar al salón. Lo hacemos así por una cuestión de madurez y que todo se desarrolle bien y sea para pasar un buen momento. En nuestra lista conocemos a todos los que asistirán”, aseguró Ana.
Con respecto a todos los gastos que implica una boda, estos chicos se lo repartieron entre todos, con colaboración de los amigos más cercanos de cada uno. Así pudieron obtener todos los servicios de una fiesta y hasta la seguridad para pasar una gran noche.
“No son todos los invitados los que nos han ayudado, solamente los más allegados. Nosotros extendimos las invitaciones a nuestros amigos cercanos, ellos a sus amigos y así se fue agrandando, hasta ahora que hay 300 invitados confirmados, todos en un círculo de confianza”.
Por otro lado, Ana contó que “en cuanto a la consumición de bebidas, nosotros les damos algo para tomar. Pretendimos hacer barra libre pero el costo era muy alto para esa cantidad de personas, por lo que durante la cena les daremos a cada uno dos copones de cerveza. Si los invitados quieren asistir con heladeritas con bebidas en grupo, lo pueden hacer”.
Por otro lado, un amigo fotógrafo estará con ellos esa noche y se encargará de registrar el gran evento que promete ser una celebración a lo grande.