Dayana Gil, era una joven de 24 años. Estaba embarazada de su primer hijo, y en la madrugada del 24 de mayo del 2015 comenzó a tener unos fuertes dolores abdominales. Estuvo internada en el Hospital Rawson y tras más de una semana, su bebé murió, y al otro día, el 1 de junio, ella también falleció.

A pocos días de que se cumpla el aniversario de su muerte, la familia continúa pidiendo justicia. “Ya no falta nada para que se cumplan los tres años. Espero que la jueza tome una decisión, para que ella se vaya en paz igual que mi nieto”, aseguró la madre, Mirian Abrego a Diario La Provincia. 

En un primer momento, se dijo que las muertes se habían provocado por problemas relacionados al consumo de drogas, y luego que había sido producto de las consecuencias de una vieja herida de puñalada. Se hicieron allanamientos en el hospital para secuestrar la historia clínica, que estaba incompleta. Después se citaron a los testigos y se espera una resolución del juzgado en los próximos días.

“Yo sé que los médicos no me van a devolver a mi hija y mi nieto. Ellos destruyeron a mi familia, ya nada es lo mismo. Una parte de mí también se fue. No es la misma alegría. Uno espera que los hijos nos entierren, y no al revés. Espero que la jueza, como madre que debe ser, entienda esto que le estoy pidiendo. Hablé con el abogado y me dijo que supuestamente el 30 de mayo salía el juicio. Esperemos que sea así para que ella se vaya en paz”, rogó Mirian. 

En casos como estos, se inician demandas tanto penales como civiles, que ya han comenzado para que no se vencieran los plazos. “Mi lucha no es solamente por mi hija, sino por todos, para que cada vez que caiga gente al hospital sea bien atendida. Por ahí nosotros no tenemos la posibilidad de ir a una clínica paga, y necesitamos que los médicos del hospital estén para salvar vidas. Lo único que quiero es que se haga justicia”.

“Mi nieto tendría 3 añitos de vida. Cuanto más tiempo pasa, más los extraño. No me queda otra que seguir adelante porque tengo más hijos y nietos. Yo voy todos los primeros al cementerio, y lo mismo el 19 de julio que era su cumpleaños”, sentenció la mujer con el dolor a flor de piel y la necesidad de cerrar este penoso capítulo.